Directo

ENTREVISTA RODRI Sigue en directo la entrevista en 'El Larguero' a Rodri, el ganador del Balón de Oro

Ciencia y tecnología | Actualidad

Una nueva esperanza para el fin de la calvicie: unos investigadores cultivan sus propios folículos pilosos

La prueba ha sido un auténtico éxito en ratones

Ilustración de pelo humano. / SEBASTIAN KAULITZKI/SCIENCE PHOT

Madrid

Los folículos pilosos son unas estructuras minúsculas, que se encuentran en la profundidad del cuero cabelludo, que se encargan de que nos crezca pelo tanto en la cabeza como en distintas partes del cuerpo. Todo ello en un proceso conocido como la morfogénesis, mediante el que los folículos pilosos se aprovechan de las numerosas células madre de las que dispone alrededor para llevar a cabo una invaginación tubular que se encarga del desarrollo de nuestro pelo. A partir de ese preciso instante, el pelo comienza a crecer hasta formar ese cuero cabelludo que será tan importante a posteriori para la consecución de esa melena.

Más información

Sin embargo, a medida que vamos envejeciendo, corremos el riesgo de quedarnos completamente calvos por distintos motivos. Desde el Instituto del pelo aseguran que la calvicie es originada por tres factores. Desde la herencia genética hasta la edad pasando por hormonas como los andrógenos y la testosterona. Pero estas podrían no ser las únicas. Según un estudio publicado por el profesor George Cotsarelis en la revista de divulgación científica Science Translational Medicine la proteína de prostaglandina D2 (PGD2) también podría ser la culpable de inhibir el crecimiento del cabello. Sea como fuere, un grupo de investigadores han querido poner solución a la pérdida de cabello con una técnica nunca antes vista.

Así es como cultivaron sus propios folículos pilosos artificiales

En un artículo publicado en la revista de divulgación científica Science Advances, un grupo de investigadores de la Universidad Nacional de Yokohama (Japón) afirma haber sido capaz de cultivar sus propios folículos pilosos de forma completamente artificial en placas de Petri utilizando células de piel embrionarias de ratones. Para ello, los científicos se han encargado de controlar la disposición espacial de las células epiteliales y las mesenquimales. Mientras que las primeras se encargan de cubrir el interior y el exterior de las superficies de su cuerpo, las segundas son células madre muy importantes para producir y reparar tejidos esqueléticos.

Así se crea la estructura.

Así se crea la estructura. / Tatsuto Kageyama, Akihiro Shimizu, Riki Anakama, Rukuma Nakajima, Kohei Suzuki, Yusuke Okubo y Junki Fukuda

Tras generar una matriz extracelular a partir de un hidrogel de baja concentración conocido como Matrigel, un habitual en el campo de la medicina regenerativa, los investigadores han sido capaces de alterar las células anteriormente citadas para desarrollar un núcleo de células epiteliales que posteriormente fue rodeado de células mesenquimales. A continuación dejaron esta configuración de núcleo-envoltura en la placa de Petri durante 23 días para comprobar los avances de la misma. Pasado este tiempo, los investigadores desarrollaron organoides de folículos completamente maduros de alrededor de 3 milímetros de longitud con una eficiencia cercana al 100%.

La prueba ha sido un auténtico éxito en ratones

Una proeza que posteriormente derivaría en el nacimiento de nuevos folículos pilosos y tallos pilosos. En base a los resultados obtenidos a partir de esta investigación, los científicos sugieren que estos folículos podrían implantarse en la cabeza de una persona para que regeneraran pelo sobre la misma. A pesar de que todavía no se ha probado en personas, la prueba ha sido un auténtico éxito en ratones. Después de trasplantarles los organoides de folículos pilosos, estos generaron nuevos folículos en cuestión de semanas.

Dado que estos folículos podrían desarrollar pelo de un color distinto al de la persona que se ha sometido al injerto, los investigadores también han probado a introducir un fármaco para el color del cabello en el cultivo. Varios días más tarde, los científicos llegaron a la conclusión de que la prueba había pigmentado correctamente los folículos y que, por lo tanto, les aplicaba el color deseado. Por lo tanto, se trata de un paso más en la carrera para acabar con la calvicie en un futuro no muy lejano.

David Justo

(Astrabudua, 1991) Periodista especializado en...