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Lula y Bolsonaro cierran sus campañas en un tenso debate y agudizan su enfrentamiento de cara a una ajustadísima segunda vuelta electoral

Brasil acude a las urnas este domingo con la esperanza puesta en Lula y un Bolsonaro pisando los talones

Lula da Silva y Jair Bolsonaro / Sebastiao Moreira (EFE)

Madrid

El exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva y el presidente Jair Bolsonaro cierran este sábado sus campañas en los mayores colegios electorales de Brasil, que serán decisivos para la ajustada segunda vuelta de las presidenciales del domingo. Lula, favorito en todos los sondeos, participará en una marcha en la icónica Avenida Paulista de la ciudad de Sao Paulo para "celebrar la democracia", en compañía de sus principales aliados, entre ellos su compañero de fórmula, el liberal Geraldo Alckmin.

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La asesoría del exjefe de Estado (2003-2010) señaló que será "un desfile", al que han invitado a los entregadores de aplicaciones móviles y que estará dividido por colores, cada uno de los cuales hará referencia a un "desafío" de Brasil. El expresidente, abanderado de un amplio frente progresista al que se han sumado fuerzas de centro y centroderecha, pasará la noche en la región para votar al día siguiente en Sao Bernardo do Campo, su cuna política, situada en la zona metropolitana de Sao Paulo.

El estado de Sao Paulo es el mayor colegio electoral del país, con 34,6 millones de electorales, que también tendrán que elegir el domingo a su nuevo gobernador, entre Fernando Haddad y Tarcísio Gomes de Freitas, apadrinados de Lula y Bolsonaro, respectivamente.

Por su parte, Bolsonaro pondrá el broche a esta dura y larga campaña electoral en Belo Horizonte, capital del estado de Minas Gerais, que es el segundo mayor colegio electoral del país (16,2 millones). El líder ultraderechista intentará arañar los últimos votos en un estado en el que Lula ganó en la primera vuelta y, según las encuestas, volverá a hacerlo en la segunda. Por el contrario, el actual gobernante fue el más votado en los estados de Sao Paulo y Río de Janeiro (12,8 millones de electores), donde, al igual que Lula, también volcó buena parte de sus esfuerzos desde la primera vuelta de los comicios del 2 de octubre.

Lula ganó esa primera ronda electoral con un 48,4% de los votos, frente al 43,2% que obtuvo Bolsonaro, que parte con una ventaja de entre cinco y siete puntos para el balotaje, según las encuestas. El capitán retirado del Ejército volará posteriormente a la ciudad de Río de Janeiro, su fortín político, donde votará el domingo.

Tenso debate

Ambos candidatos a hacerse con la presidencia de Brasil escarbaron este viernes para desgastar a su respectivo contrincante en el último debate de cara a las elecciones de Brasil del próximo domingo. El debate tuvo un tono áspero, duro y se centró más en los ataques cruzados por los supuestos fallos de los respectivos gobiernos que encabezaron ambos candidatos, que en propuestas de futuro. La tensión en el ambiente de los estudios de la televisión Globo, la de mayor audiencia en el país, se sintió desde los primeros minutos, cuando Bolsonaro invitó a Lula a quedarse a su lado durante una réplica y el exmandatario, con un gesto de desaire, dijo que no quería estar cerca de él.

El combate dialéctico mostró a dos candidatos más preparados que en debates anteriores, que acudieron al plató después de haber limado los errores del último cara a cara entre ambos y hoy dieron respuestas mucho más calculadas a los temas más espinosos.

La estrategia de Bolsonaro se basó en acusar repetidamente a Lula de mentir durante la campaña electoral y también, en reprocharle los escándalos de corrupción que empañaron su Gobierno (2003-2010) y el de su correligionaria Dilma Rousseff. Para responder a las provocaciones de Bolsonaro, Lula se dirigió tres veces al espectador para "pedir disculpas" por la falta de propuestas en un debate donde las palabra "mentira" fue protagonista e incluso se habló de Viagra. Ello después de que Lula cuestionó la compra en grandes cantidades del medicamento usado para tratar la disfunción eréctil por parte de las Fuerzas Armadas brasileñas durante el Gobierno del líder ultraderechista,

Pobreza, política de armas y valores tradicionales

Lula echó en cara a su rival principalmente el empobrecimiento de la población en los últimos cuatro años y la cuestionada gestión de la pandemia por parte de Bolsonaro, que llevó a Brasil a sufrir 690.000 muertos por la COVID-19. "Algún día usted tendrá que pagar por las cerca de 300.000 personas que murieron por el atraso en el proceso de inmunización contra la covid en Brasil", achacó Lula a Bolsonaro, recordando que atrasó la decisión de compra de vacunas y se resistió a reconocer la gravedad de la enfermedad. Tirando de ironía, Bolsonaro le espetó que si consiguió vacunarse fue porque él compró vacunas, diciéndole que debería agradecerle por ello.

El momento más caldeado del debate, probablemente, giró en torno a la detención el pasado domingo del exdiputado Roberto Jefferson, un aliado de Bolsonaro que lazó granadas y disparó decenas de tiros de fusil contra los policías que trataban de arrestarle. Lula aprovechó ese tema para cuestionar la política de liberación de ventas de armas que promueve el líder de la ultraderecha, asegurando que "quien se beneficia de esa política es el crimen organizado".

Bolsonaro usó el tema de la seguridad para sugerir que Lula visitó una favela de Río de Janeiro para hacer un mitin "con el permiso del narcotráfico", una idea que el equipo del actual jefe de Estado ha repetido incontables veces durante la campaña. Lula recogió el guante y lució de ser "el único jefe de Estado con moral de entrar en una favela", para encontrarse con la "gente extraordinaria" que vive en las zonas pobres.

"Restablecer la armonía"

En su minuto final, Lula pidió el voto para "restablecer la armonía" en el país, asegurando que Brasil "probablemente" vivió su mejor momento durante su gestión. "No había odio. La cultura funcionaba, la educación funcionaba, el salario aumentaba.... podemos reconstruir este país", dijo Lula.

Bolsonaro aprovechó su alegato final para defender los valores más conservadores, afirmando que sus adversarios defienden la liberación de las drogas y la legalización del aborto, algo que el propio Lula negó durante el debate. El mandatario concluyó repitiendo su lema de campaña "Brasil por encima de todo, Dios por encima de todos".

Lula llega a la segunda vuelta como candidato más votado en la primera ronda, con el 48,4 % de los sufragios cosechado el pasado 2 de octubre frente al 43,2 % que recibió Bolsonaro. Los sondeos de intención de voto señalan que esa diferencia se mantiene sin cambios, con entre cuatro y siete puntos de diferencia sobre el actual mandatario.

BRA01. RIO DE JANEIRO (BRASIL), 28/10/22.- El candidato presidencial por el Partido de los Trabajadores (PT), Luiz Inácio Lula da Silva (d) y el presidente y candidato a reelección, Jair Bolsonaro (i), participan en un debate hoy, en los estudios de TV Globo en Río de Janeiro (Brasil). El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, y su contrincante, el exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva, protagonizan este viernes el último cara a cara antes de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales del domingo. EFE/Antonio Lacerda

BRA01. RIO DE JANEIRO (BRASIL), 28/10/22.- El candidato presidencial por el Partido de los Trabajadores (PT), Luiz Inácio Lula da Silva (d) y el presidente y candidato a reelección, Jair Bolsonaro (i), participan en un debate hoy, en los estudios de TV Globo en Río de Janeiro (Brasil). El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, y su contrincante, el exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva, protagonizan este viernes el último cara a cara antes de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales del domingo. EFE/Antonio Lacerda / Antonio Lacerda