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Los retos de Lula para reconstruir un Brasil partido en dos tras el mandato de Bolsonaro

El país vive una creciente tensión política y social tras el gobierno de Jair Bolsonaro

Luiz Inácio Lula da Silva saluda a sus simpatizantes tras su triunfo en la segunda ronda de las elecciones presidenciales, en la Avenida Paulista en Sao Paulo (Brasil) / Fernando Bizerra Fernando Bizerra (EFE)

Madrid

El principal desafío que afrontará Lula cuando asuma la presidencia de Brasil el próximo 1 de enero será recoser la convivencia de un país que ha quedado partido en dos después del mandato de Bolsonaro y con una creciente tensión política y social como refleja el incidente de este mismo sábado en el que una diputada de Bolsonaro intimidó a un grupo de votantes de Lula apuntándoles con una pistola.

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Brasil es hoy un país con más armas por la liberación decretada por Bolsonaro y es un país con más presencia militar en las calles, como se vio durante la jornada de votación en los controles de grupos de soldados en las regiones más afines a Lula. El ganador sabe que hay que reconstruir la convivencia y que lo tiene que hacer frente a más de 58 millones de brasileños que no lo han elegido para la presidencia. "No existen dos brasiles", proclamaba el candidato izquierdista esta noche durante la celebración de los resultados.

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Este clima complicará todavía más su reto de gobernar con un parlamento hostil. El bolsonarismo gozará de mayoría en las dos cámaras y Lula tendrá que hacer equilibrismos para mantener el apoyo de los 10 partidos que le han permitido ganar estas elecciones. Estos serán los frenos políticos a los que se enfrentará para aplicar su agenda pero también pesará la economía.

Brasil ya no crece igual que hace una década, el contexto internacional es complicado y la falta de fondos compromete el cumplimiento de algunas prioridades de Lula como acabar con el hambre en el país. La cifra de personas que no tienen qué comer en Brasil ha aumentado durante el mandato de Bolsonaro y afecta ya a más de 33 millones de personas, un 16 por ciento de la población.

Pero hay un reto que nos afecta a todos y es el de frenar la destrucción de la Amazonía. Bolsonaro relajó la protección sobre el pulmón del planeta y eso aceleró la tala masiva de masa forestal hasta una superficie de 35.000 kilómetros cuadrados, un área equivalente a Cataluña. Toya Manchineri, coordinador general de la organización que agrupa a los pueblos indígenas de la Amazonía, ha asegurado en la SER que la elección de Lula supone un soplo de esperanza por el futuro del bosque tropical.

En definitiva, Lula intentará que Brasil pase la página de Bolsonaro cuanto antes y vuelva a ser un país amable de cara al exterior. La desconfianza provocada por Bolsonaro ha llegado a provocar fuertes caídas de las inversiones extranjeras en el país. Con Lula serán cinco los líderes de izquierdas liderando las principales economías de Latinoamérica.

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Pablo Morán

Jefe de Internacional de la Cadena SER y director...