Bar
"Nos metemos en el bar, uno de los sustantivos más cortos de nuestro idioma y de los que más ha dado de sí en un país que tiene un bar por cada 140 habitantes. Nos recuerda el diccionario que la palabra es un anglicismo que vino a orillar otros nombres con los que llamábamos a esos establecimientos: tascas, tabernas y cantinas", la palabra del día de Isaías Lafuente

Madrid
Hoy nos metemos en el bar, uno de los sustantivos más cortos de nuestro idioma y de los que más ha dado de sí en un país que tiene un bar por cada 140 habitantes. Nos recuerda el diccionario que la palabra es un anglicismo que vino a orillar otros nombres con los que llamábamos a esos establecimientos: tascas, tabernas y cantinas. El anglicismo se cuela hace apenas un siglo en el diccionario, en 1927, aunque antes ya había sido registrado en otros para nombrar solo a la barra del local de bebidas, pasando después a nombrar todo el establecimiento mediante esa figura retórica tan rica y tan práctica que es la sinécdoque, nombrar el todo por la parte o la parte por el todo. Medio siglo después se coló el barman, en principio como sinónimo de camarero, aunque hoy designa especialmente a quien está especializado en la preparación de cócteles.
Los camareros toman su nombre del oficio palaciego de quienes ayudaban a los nobles o reyes. Eran ayudantes de cámara, de ahí el nombre. Y en la España musulmana, ese mismo oficio lo desempeñaban las azafatas, aunque quedaron después solo para la atención de los aviones. Hoy en día, el bar con b, compite con el VAR con uve, un acrónimo que también nos viene del inglés para nombrar el mecanismo tecnológico que permite la revisión de jugadas polémicas en el fútbol. Y hay un tercer bar que nombra una unidad de presión equivalente a 100000 pascales. Y por esto, Francino, no me preguntes...





