Macarena Olona busca su hueco en la ultraderecha abanderando el movimiento antifeminista
La exdiputada de Vox coloca el discurso antifeminista en el centro de sus iniciativas. Este viernes ha presentado una fundación con la que busca "combatir" la "criminal ideología de género"
Madrid
En junio de 2020 el Congreso aprobó una iniciativa del PSOE para instar al Gobierno a tomar medidas contra el negacionismo de la violencia de género, una de las principales bazas de Vox. La encargada de defender la postura de la extrema derecha en el Parlamento fue Macarena Olona. “El hombre no viola, viola un violador. El hombre no mata, mata un asesino. El hombre no maltrata, maltrata un maltratador”, dijo entonces Olona. “La violencia no tiene género”, repitió aplaudida por los suyos. La intervención se hizo viral. Dos años después, Olona la ha recuperado para lanzar su “nuevo proyecto”.
El discurso está grabado, en letras rosas, en una de las paredes de lo que Olona llama la “sede” de su proyecto: la Fundación Igualdad Iberoamericana, con sede en Panamá. El objetivo es, según la exdirigente, "unir la hispanidad en una sola voz contra la ideología de género" que describe como "criminal". En España, el plan de Olona es impulsar una iniciativa legislativa popular. Se ha propuesto recoger 500.000 firmas para llevar al Congreso una proposición de ley para "proteger" a los españoles frente a la "ideología de género". "El partido que juego no es político, es un 47 contra 573. 47 millones de españoles unidos por encima de siglas políticas contra los 573 millones del Ministerio de Igualdad, que es la máxima expresión de la metamorfosis tóxica del feminismo actual".
Olona está colocando, con claridad, el discurso antifeminista en el centro de sus iniciativas. Detrás de esos movimientos, hay una estrategia. Su intención es abanderar ese movimiento en España, imitando a su “amada” Giorgia Meloni.
Olona insiste en identificar las políticas feministas con un “odio patológico hacia el varón”. No es algo nuevo. Es común en la ultraderecha europea situar a los hombres blancos y heterosexuales como víctimas de lo que, para la mayoría de la población, son conquistas de derechos. “Es una estrategia típica que aparece en determinados momentos históricos y que está muy vinculada a los movimientos provida”, explica Mónica Cornejo, profesora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Complutense de Madrid. La estrategia se basa en “victimizar al culpable y culpabilizar a la víctima”. “Es una táctica clave que está utilizando en este momento toda la extrema derecha mundial”.
Sacando de contexto los datos, utilizando noticias falsas y exagerando la realidad, la ultraderecha estigmatiza las políticas feministas y pone el foco en los hombres que las "sufren". “Necesitan buscar un grupo oprimido y un grupo que lo oprime”, apunta Felipe G. Santos, investigador de la City University of London. “Lo que presenta Macarena Olona es un grupo de hombres oprimidos por las políticas feministas y unas élites desconectadas de la población que están intentando oprimir a estos grupos”, describe. Este viernes, en la presentación de su proyecto, Olona ha insistido en eso. Ha proyectado un vídeo contando la historia de un hombre al que la "ideología de género" y las "denuncias falsas" habían separado de su hija. "Es una historia ficticia", ha aclarado luego Olona, "pero por desgracia es la historia de miles de familias". "No permitimos que hablen en nuestro nombre aquellas que necesitan criminalizar, odiar, denigrar, destruir al hombre para reivindicarse como mujeres", ha insistido.
Poniendo este discurso en el centro, Macarena Olona intenta atraer a los hombres que ahora votan a Vox, porque “sabe que gran parte del voto de la ultraderecha es masculino”. Pero, con estos postulados, se acerca también a los planteamientos del conservadurismo católico. Y en eso, según Mónica Cornejo, no solo hay estrategia, también ideología. “Realmente creen que el feminismo es algo malo. Tienen su propia agenda de feminismo conservador cristiano, que presenta a la Iglesia y al cristianismo como los auténticos defensores de los intereses de las mujeres. Están convencidos de que la verdadera defensa de las mujeres consiste en defender los valores tradicionales y cosas como la sumisión femenina”, explica.
Olona ya ha recibido, de hecho, el apoyo de grupos ultracatólicos como Hazte Oír. La organización ultraconservadora que fletó el autobús transfobo salió, en plena guerra interna con Vox, en defensa de la exdiputada con una recogida de firmas. “Macarena, no dejes de ser el azote de la izquierda”, escribió su fundador, Ignacio Arsuaga. Olona sabe que ahí hay un nicho y lleva meses enfatizando su perfil más católico. “Lo que busca es diferenciarse de Vox”, explica Felipe G. Santos. Intenta presentarse como “la defensora de las raíces y valores cristianos, algo que utiliza mucho la ultraderecha europea”.
El discurso antifeminista tiene, además, una ventaja clara para la ultraderecha. La economía o la inmigración son asuntos que generan debate entre sus bases, pero el movimiento antigénero, no. Actúa, según Santos, como “un pegamento aglutinador porque la mayoría de la ultraderecha está de acuerdo”.
El papel de la mujer en el fascismo
“Soy mujer, soy madre, soy italiana, soy cristiana, no me lo pueden quitar”. La frase es de Giorgia Meloni. La primera ministra italiana - aunque ella prefiere llamarse primer ministro - la ha pronunciado en diversas ocasiones. Lo hizo también en español, en un mitin que Vox dio en Marbella en la campaña de las elecciones andaluzas. Y Olona, que reconoce su “admiración” a la política italiana, también la utiliza ahora. “Soy española, madre, mujer, cristiana y no estoy dispuesta a que nadie me robe esas identidades, pero están en riesgo”, dijo el viernes pasado en un acto en Málaga.
El hecho de que sea una mujer, y no un hombre, la que abandere el movimiento antigénero no es casualidad. No es lo mismo que ese discurso lo pronuncie Macarena Olona, que lo pronuncie Santiago Abascal. “Es un discurso mantenido visiblemente, sobre todo, por mujeres”, explica Cornejo. “Es la historia del fascismo. Son las mujeres las que tienen un discurso de respetar el privilegio masculino y son las que están poniéndose como ejemplo de éxito en ese modelo de feminidad sumisa”.
Olona se presenta como una madre salvadora de la patria. Insiste en que está “caminando” del lado de los españoles. Repite que impulsa este proyecto para ponerse “a su servicio”. Presentándose como madre y como mujer busca conectar de forma más personal con su electorado. Pero, a la vez, ese perfil más femenino, contrarresta con otro más combativo y duro. Olona juega a los dos roles. “El hecho de ser mujeres les permite utilizar discursos un poco más contundentes o imágenes un poco más fuertes que parecerían demasiado violentas en el caso de hombres”, argumenta el investigador de la City University of London. “Le permite tener mensajes más radicales y contundentes. Le permite ir un paso más allá en la radicalización de la ultraderecha”.
La exdiputada de Vox puede conseguir, con esa estrategia, la simpatía del votante masculino de la ultraderecha que, con los avances feministas, ve amenazados sus privilegios. Pero atrae, también, a mujeres. “Ese discurso de mujeres conservadoras diciéndoles a otras mujeres ‘fíjate, qué feliz soy en mi sumisión’ tiene la capacidad de poner en valor la experiencia de muchas mujeres que viven en contextos misóginos”, apunta Mónica Cornejo. “En vez de decirle ‘tía, tú eres tonta, sal de ahí’, lo que están haciendo es ponerlo en valor. Y esto funciona”.
No es un partido político
La fundación Libertad Iberoamericana solo tiene, de momento, sede en Panamá, aunque su intención es abrir sedes en distintos países de América Latina y América Central como República Dominicana o Argentina. Olona es, según ha explicado, la fundadora única y presidenta. Y es ella, según asegura, la que está financiando el proyecto. "Tiene un patrimonio de 10.000 dólares, el exigidio por la legislación panameña, aportado por mi", ha explicitado. Pero, para continuar su actividad, necesita más dinero. Por eso, ahora que ya lo ha anunciado, va a buscar vías de financiación "bien sea a través de crowdfunding, bien sea a través de donaciones".
Ante las preguntas de los periodistas, la exdirigente ha insistido en que su idea no es transformar la fundación en un partido político. "Los españoles no necesitan más fragmentación política", ha repetido este viernes. Olona ha dejado claro que no va a presentarse a las elecciones de mayo, aunque sí podría apoyar otras candidaturas como "externa". Pero no descarta presentarse a las generales "si la voluntad de los españoles es que vuelva a asumir su voz".
Sara Selva Ortiz
Redactora de la sección de Nacional. Antes trabajó en el equipo de Hoy por Hoy, en Economía, en Informativos...