Ya piden el premio Puskas para él: la chilena en la liga de fútbol para amputados que ha dado la vuelta al mundo
La FIFA y la UEFA reaccionan al golazo de Oleksy
Atlas
Madrid
Marcin Oleksy ha marcado a sus 35 años uno de los goles del año de liga de fútbol para amputados de Polonia. A pesar de que no es un deporte con tantos seguidores como el fútbol convencional, ya que ni tan siquiera está considerado como deporte paralímpico, este gol ha dado la vuelta al mundo gracias a su espectacularidad. De hecho, ha llamado la atención de organizaciones tan importantes como la FIFA o la UEFA, quienes se han rendido ante la habilidad de este jugador de fútbol que se ha apoyado sobre su muleta para marcar uno de los goles más impresionantes de los últimos tiempos.
Más información
- Álvaro Rodrigo, jugador de la selección española de talla baja: "Se ríen de ti, cuchichean, dicen algo en voz alta... Tenemos que seguir hacia adelante"
- "El deporte es nuestra herramienta de inclusión para que desaparezcan la burla y discriminación"
- Pere Ribas, el niño ciego que triunfa como comentarista deportivo
De hecho ya hay quienes piden el Puskas para él, premio organizado por la FIFA que reconoce al autor del mejor gol anotado durante la temporada de fútbol profesional. El suceso ha tenido lugar durante el encuentro que ha enfrentado este fin de semana al Warta Poznan frente al Stal Rzeszow. En un momento dado del partido, Oleksy recibía un centro de uno de sus compañeros que remataba de apoyando una muleta sobre el terreno de juego para pegar posteriormente un salto que le permitía ejecutar una asombrosa tijereta.
La historia de Marcin Oleksy
El goleador que ha dado la vuelta al mundo ha sido Marcin Oleksy, un polaco de 35 años de edad que ha llegado incluso a representar recientemente a Polonia en el Mundial de Fútbol de Amputados. A pesar de que a día de hoy es uno de los delanteros más destacados de la Liga, Olesky soñaba desde que era pequeño con llegar a ser portero profesional. De hecho, labró una carrera de lo más prometedora en esta posición que le permitió acercarse considerablemente a su sueño. Sin embargo, fue atropellado cuando tenía tan solo 23 años mientras estaba en su puesto de trabajo. Algo que truncó su incipiente carrera en el mundo del fútbol, ya que los profesionales sanitarios recomendaron amputarle una de sus piernas.
No obstante, esto no le impidió seguir dedicándose a lo que más le gustaba. Después de más de dos años en silla de ruedas, Olesky comenzó a interesarse por la liga de fútbol para amputados. A partir de entonces comenzaba una nueva carrera futbolística como delantero que le ha permitido llegar incluso hasta la selección de su país.
¿Cómo es el fútbol de amputados?
Tal y como recoge la Federación Española de Deportes de Personas con Discapacidad Física (Feddf), el fútbol para amputados es un deporte muy similar al convencional salvo por algunas adaptaciones que tienen que ver con la reducción del campo, las características de los jugadores, la duración de los partidos, los saques de banda, los fueras de juego y, por supuesto, la utilización de muletas. En esta ocasión, las reglas fijan partidos de 7 jugadores contra 7 jugadores entre los que podemos encontrar un portero.
Según refleja la Federación Gipuzkoana del Deporte Adaptado en su página web, se suele jugar en un terreno de hierba natural o artificial con unas medidas comprendidas entre 60m x 30m hasta 70m x 55m y con una distribución del tiempo total en dos partes de 25 minutos con un descanso de 10 minutos. Los jugadores deben utilizar muletas para desplazarse durante el juego y éstas se consideran extensiones de los brazos. Si un jugador toca el balón intencionadamente con la muleta se pitará falta a favor del equipo contrario. Por lo tanto, y dado que el futbolista polaco se aprovechó de su muleta para apoyarla simplemente en el suelo para darle impulso, su gol es completamente válido. Un gol que, sin duda alguna, ayuda a conocer más sobre este deporte.
David Justo
(Astrabudua, 1991) Periodista especializado en tecnología y buscador de historias virales e inverosímiles...