Captan por primera vez la curiosa técnica de los pulpos sombríos para vencer a sus oponentes: nunca se había visto algo así bajo el mar

Madrid

Documentales como Lo que el pulpo me enseñó nos demostraron que este cefalópodo es mucho más inteligente de lo que pensábamos. Tal y como se puede ver a lo largo de este gran éxito de la plataforma de vídeo en streaming Netflix, los pulpos son capaces de crear todo tipo de trampas para hacer frente a sus captores e incluso crearse auténticos escudos a partir de conchas para defenderse ante cualquier posible agresor. Lo que no sabíamos era que también tenían la capacidad de lanzar conchas e incluso barro a otros de su especie con el objetivo de espantarlos en momentos de máxima tensión.

Hace apenas unas horas, un grupo de investigadores publicaba un artículo en la revista de divulgación científica Plos One mediante el que demostraba la curiosa técnica de una especie de pulpo australiano para espantar tanto a sus captores como a otros cefalópodos de su misma especie. Hasta la fecha habíamos visto varios animales terrestres capaces de lanzar todo tipo de objetos a sus adversarios con el objetivo de espantarles como por ejemplo los elefantes o las hormigas león. Sin embargo, nunca habíamos visto nada igual en la profundidad de los mares.

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Así es la vida en las Octópolis

A pesar de que la mayoría de pulpos viven una vida solitaria, los pulpos sombríos de Jarvis Bay (Australia) cohabitan en una misma área comúnmente conocida como Octópolis y Octlantis. Todo ello principalmente porque se dan las condiciones de alojamiento ideales y tienen comida abundante. Aunque estos cefalópodos se alimentan principalmente otros de su misma especie, también comen otro tipo de moluscos. Por esa misma razón, y a pesar de que podrían salir a cazar por las inmediaciones, deciden cohabitar allí para asegurarse una vida cómoda. Sin embargo, y dado que este animal está acostumbrado a una vida solitaria, es bastante sencillo presenciar batallas entre los distintos pulpos que se dejan ver por allí.

Después de consultar numerosos vídeos relacionados con estos animales, los investigadores han descubierto que estos pulpos son capaces de lanzarse tanto conchas como barro para espantar a sus rivales. Pese a que no es algo rutinario, los investigadores aseguran que lo vieron con bastante frecuencia durante las 21 horas de vídeo que analizaron. Cuando uno de los pulpos se sentía amenazado por su vecino, este comenzaba a almacenar conchas y barro debajo de su cuerpo. Tras recolectar la munición necesaria para asestar el gran golpe, estos pulpos lo colocan en su sifón para dispararlos a gran velocidad. De esta manera, el órgano tubular que usan para bombear agua a la hora de nadar se convierte en una especie de arma para lanzar estos proyectiles. De hecho, el pulpo se coloca en una posición atípica para él con el objetivo de hacer daño a su objetivo.

Una técnica atípica bajo el mar

Durante estos últimos años habíamos visto a varios pulpos en cautiverio arrojándole agua a las personas. Sin embargo, nunca antes habíamos visto recurrir a esta técnica para tirar todo tipo de conchas y barro a sus oponentes marinos. Después de analizar estas imágenes, el doctor Godfrey-Smith ha llegado a la conclusión que los pulpos prefieren atacar con barro y que tan solo recurren a conchas como vieiras como último recurso.

Sin embargo no son muy eficaces, pues tan solo el 17% de los lanzamientos acaban dando en el blanco. Todo ello porque no tiene demasiado depurada la técnica con la que atacan al resto de amenazas. No obstante, estos suelen conseguir su objetivo: asustar a sus captores. Por lo tanto, y a pesar de que no es una técnica muy eficaz, termina siendo lo suficientemente efectiva como para espantar a los distintos animales.