El PP de Feijóo se queda solo en la UE: todos los populares europeos votan a favor de una enmienda del PSOE salvo los españoles

El Partido Popular de Núñez Feijóo ha llevado su estrategia de confrontación con el Gobierno hasta límites nunca antes vistos. Este jueves, el Parlamento Europeo ha sido testigo de un hecho muy poco habitual. Los populares españoles han votado en contra de una enmienda propuesta por el grupo socialista sobre los fondos europeos, que ha sido apoyada por todo el resto del grupo popular europeo. Es decir, con el objetivo de desgastar al Ejecutivo de Sánchez, han terminado votando lo mismo que los independentistas catalanes de Puigdemont y en el sentido opuesto al de su propio partido. En este sentido, la propuesta, que ha sido apoyada prácticamente la totalidad de la Eurocámara, consistía en una flexibilización de los requisitos para recibir los fondos europeos. Concretamente, la medida abre la puerta a que estos cambien teniendo en cuenta la crisis que ha provocado la guerra de Ucrania. La razón por la que se presenta esta enmienda es debido a que, este generoso reparto de los fondos europeos, se produjo tras la crisis económica que trajo la pandemia de la COVID, pero antes del estallido de la guerra de Ucrania. A cambio, desde Bruselas exigieron en 2021 a cada estado una serie de reformas internas que afectan a diversos ámbitos, como por ejemplo el control de gasto, pero la invasión rusa ha complicado la aplicación de las mismas, por lo que esta propuesta aboga por flexibilizar estas exigencias y adaptarlas a la situación actual. Así, los 140 mil millones de euros que se asignaron a España están condicionados a la ejecución del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, que contempla una «sólida agenda de inversiones y reformas estructurales en el que están implicados todos los niveles de la Administración: estatal, autonómico y local, además del sector privado», según el Ejecutivo. Ahora, la aplicación de este plan cuenta con más tiempo, a pesar del Partido Popular de Feijóo. Sin embargo, el ataque del PP a los fondos europeos y su aplicación por parte del Gobierno no es nuevo. Cuando llegó la primera partida, el entonces eurodiputado González Pons, ahora vicesecretario de acción institucional del PP y vicepresidente del PP Europeo, aseguraba que «nadie sabe dónde están los 20.000 millones de los fondos de la UE». Esta afirmación se producía en enero de 2022, cuando, por ejemplo, dos comunidades autónomas gobernadas por el PP, como Madrid o Andalucía, habían recibido ya 57 y 71 millones respectivamente. Además, según los datos públicos de ejecución del plan, cuando el PP decía que no había llegado todavía ni un euro de los fondos a la economía ya se habían desembolsado 11.000 millones y estaban comprometidos otros 11.000 más. Apenas unas semanas más tarde, la eurodiputada popular Isabel Benjumea realizó una intervención en Bruselas en la que se preguntaba «qué hará la Comisión Europea (CE) para garantizar que se dé una ejecución real del mecanismo de resiliencia para la recuperación económica». La contundente respuesta la emitió Valdis Dombrovskis, vicepresidente económico de la CE. Dombrovskis le recordó a la diputada que los fondos se desembolsan cuando se «cumplen objetivos y se cumplen metas» y, en este sentido, añadió que el organismo había comprobado y verificado el cumplimiento de las inversiones y reformas enviado por el Ejecutivo y que, como se han cumplido, procedió a desembolsar los fondos. Por otro lado, uno de los pesos pesados del PP, Moreno Bonilla, decidió atacar al Gobierno de Sánchez asegurando: «Una cosa es que el Gobierno central cumpla con Bruselas y otra cosa que cumpla con las comunidades autónomas». Unas declaraciones que contradecían, una vez más, los datos públicos de ejecución del plan, ya que estos datos indicaban que Andalucía había recibido ya 1.611 millones de euros, mientras que Cataluña ingresó 1.231 millones y la Comunidad de Madrid 939 millones. Meses más tarde, llegaron mensajes positivos desde la UE sobre cómo estaba aplicando los fondos el Ejecutivo español, e incluso fue el primer país en recibir los desembolsos. Para combatir estos argumentos, desde el PP se agarraron a una noticia falsa que aseguraba que Bruselas había congelado la entrega de estos fondos. La agencia Bloomberg solo señalaba que España tenía pendiente de cumplir un hito de los 52 exigidos. El de crear una herramienta informática de seguimiento de los fondos, pero algunos sectores lo interpretaron intencionadamente de la manera opuesta. La noticia fue difundida por la plana mayor de PP en sus redes sociales, con Isabel Díaz Ayuso a la cabeza, que acusaban al Gobierno de poner en peligro los fondos. Tanto fue el revuelo político que se originó, que finalmente tuvo que salir Nuyts Veerle, portavoz de la Comisión Europea, para desmentirla rotundamente: «Cualquier afirmación de que la Comisión ha congelado los fondos a España en el marco del Mecanismo de Recuperación y Reactivación es infundada», zanjó. En este sentido, las contradicciones entre el PP de Feijóo y el europeo se han sucedido en las últimas semanas. Cargaron duramente contra lo que calificaron como «timo ibérico», el plan aprobado en Bruselas por España y Portugal para reducir la factura eléctrica, apodado como «excepción ibérica», y aseguraron que solo servía para «financiar el gas a Francia». Sin embargo, posteriormente el líder gallego se reunió con Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, apenas un día después de que esta admitiese que se estaban planteando ampliar la excepción ibérica al conjunto de la UE, para así reducir la factura energética en todos los estados. Tras el encuentro, Feijóo transformó radicalmente su discurso y aseguró que «nunca ha criticado» la medida, pero la hemeroteca no tardó en recordarle que no decía la verdad. Además, el PP europeo también contradijo las tesis de Feijóo sobre los impuestos extraordinarios a las empresas energéticas y los bancos. Cuando el Ejecutivo anunció esta medida, los populares españoles salieron en tromba a criticarla y calificarla de «irracional y tramposa», alegando que la fórmula buena es bajar impuestos, entre ellos el IVA. Sin embargo, el comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, respondió de forma rotunda: «En el contexto actual, los recursos fiscales son muy necesarios, necesitamos ingresos. Hay que tener cuidado con la reducción de los impuestos al consumo[...] Puede ser más útil apoyar a las familias y empresas vulnerables que reducir el IVA o los impuestos al consumo». Además, desde Bruselas indicaron que estudian aplicar un impuesto extraordinario a los beneficios millonarios de las energéticas. De esta forma, Feijóo recibe a menudo varapalos de Bruselas que, en algunos casos, le obligan a reconducir su discurso. A ello se le suma una radicalización de su discurso por parte de Isabel Díaz Ayuso, con acusaciones graves contra el Gobierno. Así, se le acumulan los frentes abiertos a Feijóo, tanto dentro como fuera de España.

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Carlos de Barrón

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