Sánchez defiende la reforma de sedición apelando a la convivencia y reivindica el 155 para atajar una nueva declaración de independencia en Cataluña
El presidente del Gobierno se ha defendido de las críticas de la oposición y asegura que no se trata de una concesión a ERC para que apoyen los presupuestos
Madrid
Cuatro días después de anunciar la reforma del delito de sedición y la sustitución por el delito de desórdenes públicos, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha pronunciado en una entrevista en La Vanguardia para defender férreamente la decisión. Sánchez alega que de esta manera se homologa el Código Penal español al de otras democracias y en pro de la convivencia. Así, destaca que, de producirse situaciones como la vivida en Cataluña en 2017, son aplicables también otros instrumentos, como el artículo 155 de la Constitución.
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Sánchez recuerda que esta reforma, que se traduce en una rebaja de las penas por las mismas conductas cometidas por los responsables del procés, que fueron condenados por un delito de sedición, "es un compromiso de investidura" y "un paso por la concordia en Cataluña", y niega que se trate de una concesión a ERC para que apoyara los presupuestos. "Nada tiene que ver con lo que estamos proponiendo. No se tienen que mezclar los debates", precisa. Tampoco que sea para facilitar a Oriol Junqueras el poder presentarse a las elecciones o propiciar el regreso a Cataluña de los huidos: "Carles Puigdemont, cuando tenga que comparecer ante la Justicia, que comparecerá, estoy seguro de ello, tendrá que rendir cuentas de los delitos cometidos en 2017", sostiene.
Uno de los principales errores del PP "fue dejar en manos de la Justicia la respuesta a esta crisis constitucional", según Sánchez, que cree que la "principal lección" es que se tenía que haber activado antes el artículo 155 "y haber intervenido una situación que claramente había descarrilado con las leyes de desconexión aprobadas en el Parlament". En cuanto al coste electoral que esta medida le puede acarrear, Sánchez echa mano de Churchill cuando dijo que los "políticos tenemos que pensar en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones". "Pues estamos pensando en las próximas generaciones de catalanes y de españoles que no se merecen volver a sufrir lo que sufrimos en el 2017", argumenta el presidente, al resaltar que el principal cometido de cualquier dirigente "en un contexto como el actual es no polarizar".
Sánchez apela a la convivencia
Apelando insistentemente a la convivencia y a la concordia a lo largo de toda la entrevista para defender la reforma planteada, Sánchez explica que no quiere que "el próximo inquilino de La Moncloa" herede la situación que el heredó de Mariano Rajoy, y reprocha al PP "que continúe utilizando la confrontación territorial como un instrumento más de desgaste político"· Respecto al futuro político de España, alerta de la "amenaza" de un cambio de Gobierno "hacia posiciones más reaccionarias, lideradas por el PP y la ultraderecha", y advierte de que el "bolsonarismo, el trumpismo, que por desgracia también circulan en la política española y la catalana, no son la solución".
Tras conocer el anuncio del Gobierno, el líder 'popular', Alberto Núñez Feijóo, aseguró el viernes en una declaración que si llega a gobernar en 2023, recuperará el delito de sedición. "Lo que nunca haré es entregar la estabilidad de mi país a quienes quieren fracturarlo y dividirlo, pero sí defenderé de todas las formas que estén a nuestro alcance que la decisión adoptada hoy sea revertida cuanto antes", aseguró.
En esta línea, la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, acusó a Sánchez de querer asegurarse su convivencia política. "Lo que hizo ayer Pedro Sánchez en pagar su supervivencia política con la ley que lo que asegura es la convivencia entre todos los españoles. Sánchez paga su supervivencia política desacreditando además la labor del poder judicial cuyos jueces y magistrados aseguran el estado de derecho de nuestro país. Al final lo que importan no son las hipotecas que tienen que pagar los ciudadanos, si no las hipotecas que él tiene contraídas con los independentistas para asegurarse su gobierno", dijo el sábado.
Bolaños garantiza que se cumplirán los delitos
El ministro de Presidencia, Félix Bolaños, ha defendido este domingo en Segovia que, con la reforma del delito de sedición en el código penal, "se garantiza que todo el mundo responda ante la justicia de los delitos que cometió o que cometa". "Había un delito en nuestro código penal obsoleto y antiguo, que no estaba ajustado a los estándares europeos y lo vamos a europeizar y lo vamos a modernizar", ha afirmado el ministro durante un acto del PSOE en Segovia. También ha asegurado que "cuando el PSOE gobierna, el Govern de Cataluña cumple la ley, cumple la constitución y lo dice por escrito".
Bolaños ha sostenido además que "en España y en Cataluña se cumple la ley y se cumple la constitución cuando gobiernan los socialistas", salvo en la sede del PP, a la que ha llamado "edificio Trump de Madrid", en referencia a la no renovación del Consejo General del Poder Judicial. "Llevan cuatro años incumpliendo la Constitución cada día, intentado influir en los jueces para que les tapen sus vergüenzas y para que no les denuncien las cosas que hacen y puedan recortar los derechos que la mayoría social consigue gracias a este Gobierno", ha criticado, y comparado la situación actual con la que había cuando gobernó el PP: "Dos referéndums, una declaración unilateral de independencia, dos leyes de desconexión y tumultos en la calle violentos", ha relatado.
Bolaños ha lamentado que "los que gobernaban España y Cataluña", el PP y el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont, sigan "azuzando el enfrentamiento", hablando "desde el rencor" y "polarizando" porque "quieren la tensión" que se vivió entonces. A continuación, se ha referido a las dos manifestaciones convocadas en Cataluña a raíz de la reforma del delito de sedición anunciada por el Gobierno. "Por un lado, de independentistas hiperventilados nostálgicos de la tensión. Por otro lado, de extremistas de derechas nostálgicos de la tensión. En el fondo son lo mismo, porque son como Trump, como Bolsonaro, siempre intentan buscan el odio, la polarización, el enfrentamiento, la tensión", ha criticado.
En contraposición, ha puesto en valor la posición del Gobierno actual, según él partidario del dialogo y de "buscar soluciones de la mano de Europa". Para acabar con este asunto, se ha preguntado a cuál de las dos manifestaciones de "nostálgicos del enfrentamiento" va a ir el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. "A la que no va a ir es a la de hoy, de defensa de la sanidad pública para todos y para todas, a esa no va a ir seguro", ha concluido en relación a la marcha de este domingo en Madrid.
El PP arenga a los barones socialistas
Y el PP fue más allá alentando a los barones socialistas que no están de acuerdo con la reforma a rebelarse contra Sánchez. Los presidentes autonómicos de Aragón y Castilla-La Mancha, Javier Lambán y Emiliano García-Page, rechazaron la derogación del delito de sedición, recordando que lo que ocurrió en Cataluña "fue gravísimo" y que "dejar las soluciones a los que tienen como propósito romper la convivencia no es el camino correcto", pero se distanciaron de Feijóo.
Sin embargo, son más las voces que celebran la reforma y aseguran que el entendimiento con Cataluña será mejor. El primer secretario del PSC, Salvador Illa, considera que la reforma del delito de sedición es una decisión "acertada y valiente". "Una derogación del delito no implica despenalizar nada, ya que sigue vigente el delito rebelión, así como otros mecanismos como el artículo 155. Ni amnistía, ni despenalización, ni nada", ha señalado. También la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, o el portavoz del PSOE en el Congreso, Patxi López, defendieron la medida y apoyan al Gobierno de manera incuestionable.
Otra de las voces críticas, en este caso, a favor de la reforma ha sido la del líder de ERC, Oriol Junqueras, que aseguró que "la supresión de la sedición y la mejora del delito de desórdenes públicos son dos grandes éxitos". Está convencido de que esta iniciativa permitirá "que los aparatos antidemocráticos del Estado tengan menos herramientas para hacer su trabajo antidemocrático".