La guerra en Ucrania continúa en dos frentes: el militar y el humanitario. Tras la liberación de la ciudad de Jersón y de 60 poblaciones cercanas más, las autoridades ucranianas están preparando un corredor para evacuar a la población civil hacia la vecina Mikolaiv, ante la amenaza de nuevos bombardeos por parte de Rusia. La situación en la que se encuentra la ciudad es crítica tras la destrucción generada por Rusia antes de emprender su retirada del lugar. Las fuerzas enemigas destruyeron las principales infraestructuras, por lo que la población de Jersón no tiene acceso a agua, luz, comida o medicinas. El alcalde de la ciudad, Roman Holovnia, ha advertido esta madrugada de que la ciudad «sufre una escasez crítica, principalmente de agua», añadiendo después que «no hay suficientes medicinas» y falta comida porque «no se puede hornear suficiente pan» al no haber electricidad. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha prometido la restauración de los suministros de comunicación, agua, calefacción y electricidad. Respecto al minado dejado por los rusos en la zona, el mando militar de Jersón ha advertido este domingo de que prácticamente toda la ciudad está minada con lo que ha pedido a la población cautela en las celebraciones multitudinarias que estos días se suceden por toda la ciudad. Zelenski ha asegurado que los diez grupos expertos que están trabajando sobre el terreno han desactivado ya 2.000 explosivos, entre minas, cables trampa y munición sin usar. Mientras tanto, los combates siguen en la región de Donbás, al este del país. Rusia ha anunciado la toma de la ciudad de Mayorsk, en la región de Donetsk. Sobre la situación en esta misma zona, el mandatario ucraniano ha calificado de «infernales» los enfrentamientos que se están produciendo en los frentes de Donetsk y Lugansk. Por otro lado, el Kremlin ha prohibido desde este domingo la entrada al mar de Avoz de buques cargados que procedan del extranjero. La noticia se ha conocido a través del ministerio de Transporte de Turquía, que ha asegurado que Rusia ha prohibido que cualquier embarcación que traiga un cargamento de fuera del territorio ruso navegue a través del estrecho de Kerch. En el mar de Azov se encuentran los puertos ucranianos de Mariupol y Berdiansk, que están controlados por Rusia desde el inicio de la invasión el pasado mes de febrero.