Cadáveres, drogas y hambre: Antony revela la cruda historia de su "infernal" infancia
El futbolista del Manchester United creció en unas condiciones lamentables
En poco más de una semana debutará en un Mundial con Brasil. Todo ello, meses después de fichar por el Manchester United procedente del Ajax a cambio de 100 millones de euros. Sin embargo, la historia de Antony va mucho más allá del rectángulo de juego.
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El futbolista de 22 años explica en The Players Tribune sus durísimos orígenes: "Nací en el infierno. Para mis amigos europeos que no lo saben, la favela donde crecí en Sao Paulo en realidad se llama 'Inferninho' (pequeño infierno). Si realmente quieres entenderme como persona, entonces debes entender de dónde soy. Mi historia. Mis raíces. 'Inferninho'. 'Inferninho' es un lugar infame. A 15 pasos de la puerta de mi casa siempre había traficantes de drogas haciendo sus negocios".
"Estábamos tan acostumbrados a ver armas que ni siquiera daba miedo. Eran solo una parte de la vida cotidiana. Teníamos más miedo de que la policía derribara nuestra puerta. Una vez, asaltaron nuestra casa buscando a alguien y entraron corriendo y gritando. No encontraron nada, por supuesto. Pero cuando eres tan joven, esos momentos te marcan", añade.
Antony incluso relata haberse encontrado cadáveres de camino al colegio: "He visto algunas cosa que sólo aquellos que lo han vivido pueden entender. En mi camino a la escuela una mañana, cuando tenía unos 8 ó 9 años, me encontré con un hombre tirado en el callejón. No se movía. Cuando me acerqué, me di cuenta de que estaba muerto. En la favela, te vuelves un poco insensible a estas cosas. No había otra manera de ir, y tenía que ir a la escuela. Así que cerré los ojos y salté sobre el cadáver".
La pelota se cruzó en su camino
En palabras del futbolista del United, "siempre digo que tuve mucha suerte cuando era niño. Crecí en el lugar equivocado, pero con las personas adecuadas. Recibí un regalo del cielo. El balón fue mi salvador. Mi amor desde la cuna. Con un balón en los pies no tenía miedo".
"Aprendí todos los trucos con el balón de leyendas como Ronaldinho, Neymar y Cristiano Ronaldo, a lo que veía en YouTube", relata.
Así, primero le dieron la oportunidad de jugar al fútbol sala al ver su enorme talento. Más tarde, pasó al campo grande, aunque no precisamente en las mejores condiciones: "A los 14 años tuve mi oportunidad en el Sao Paulo. Todos los días después de la escuela, viajaba a la academia con el estómago vacío. A veces, si era un buen día, mis compañeros de equipo y yo juntábamos nuestro dinero para comprar una galleta para el viaje en autobús de regreso a casa. No tuve que fingir estar hambriento de motivación. El hambre era real".
"Era muy delgado, pero siempre jugaba con sangre en los ojos. Este es el tipo de intensidad que viene de las calles. No puedes fingir", explica.
El fútbol para disfrutar
"Honestamente, no siento presión en un campo de fútbol. ¿Miedo? ¿Qué es el miedo? Cuando creces teniendo que saltar sobre cadáveres solo para llegar a la escuela, no puedes tener miedo de nada en el fútbol. Las cosas que he visto, la mayoría sólo las pueden imaginar. Hay cosas que no puedes dejar de ver", asegura.
En la misma línea, añade: "En la vida, sufrimos bastante. Nos preocupamos lo suficiente. Lloramos lo suficiente. ¿Pero en el fútbol? Con una pelota en los pies, solo debes sentir alegría. Nací regateador. Es parte de mis raíces. Es el regalo que me llevó de las favelas. Nunca cambiaré mi forma de jugar, porque no es un estilo, soy yo. Es parte de mí".
David de Gustín
Trabaja en la sección de deportes de la Cadena SER desde 2017. Es graduado en Periodismo por la Universidad...