"Las personas mayores valoran mucho tener un móvil con cámara, pero valoran más que les vayan a ver en persona": el drama de la soledad no deseada en España

Madrid

Si nos pusiéramos a hacer una lista de los hábitos que dañan nuestra salud, apuntaríamos disciplinadamente que no hay que fumar, que hay que hacer deporte, que hay que comer sano, que hay que evitar el estrés, pero seguro que se nos pasaría escribir: "No puedo sentirme solo". Y si usted es de los escépticos que piensa que eso es una exageración, la ciencia ya ha comprobado que el efecto de sentirse solo, de no tener con quién compartir lo que nos pasa, tiene consecuencias para nuestra salud. Algo parecido a fumar 15 cigarrillos al día.

¿Cuánta gente se siente o está sola en España? Uno de los problemas es que no hay estadísticas oficiales en nuestro país. En España viven solas unas 5 millones de personas; de ellas, el 42% tienen más de 65 años y el 70% son mujeres. La Comisión Europea hizo un estudio en 2016 que explicaba que un 11,6% de la población española se sentía sola, en el año de la pandemia el dato subió al 19%. Otros estudios aseguran que quien más siente esa soledad no deseada son adolescentes, personas mayores, personas con alguna discapacidad, cuidadoras y personas migrantes.

Juan Manuel García González es profesor titular del departamento de Sociología de la Universidad Pablo de Olavide. El sociólogo explica en Hora 25 con Marina Fernández que la soledad no deseada "es algo duradero en el tiempo. Algo que ha sido regular durante varios meses y años". Uno de los asuntos más complejos es precisamente detectar las señales de la soledad no deseada. "La primera razón es que está estigmatizado, no se expresa y no podemos averiguar si alguien se siente así. Por otro lado, al ser no deseada, está escondida y no lo vemos. Por ejemplo, si alguien en el barrio salía, iba a la farmacia, seguía unos hábitos rutinarios y ya no lo hace, es porque se ha podido dar esta situación de soledad no deseada", explica García González.

El sociólogo señala que en el sentimiento de soledad hay mucho de expectativa. Es posible que una persona tenga relaciones más o menos habituales, que una persona esté rodeada de gente, pero se genera una expectativa de que eso debiera ser más intenso. Cuando se quiebra esa expectativa se produce el sentimiento de soledad no deseada. "Es un sentimiento que se produce cuando queremos algo y no lo tenemos. La soledad no deseada, muchas veces la entendemos de una manera individual, cada persona define su propia soledad, pero claro, muchas veces la cosa también va por una cuestión de ciclo vital y de expectativas", señala González.

Marcos Calvo es responsable del proyecto "Te acompaña", el programa específico de Cruz Roja para la Soledad No Deseada. "Hay una cosa que ha cambiado y es que ahora hay menos reticencia a decir que nos sentimos solos, pero no se lo decimos a cualquiera", explica Calvo. A través de los distintos programas de la Cruz Roja que combaten la soledad no deseada se han atendido ya a más de 31.000 personas desde el inicio de la pandemia. "El objetivo es que dejen de necesitarnos", asegura. "Hay algo muy importante y es que muchas veces la soledad está vinculada a la pobreza", remata. Nada de lo que se hace en la Cruz Roja sería posible sin los voluntarios. Lorena Peñacoba trabaja como voluntaria en este programa y explica que las personas que contactan con ellos "van dejando señales", van dejando pistas de qué sienten y por qué. "Se ha perdido la facilidad de comunicarnos fácilmente entre personas, esa interacción directa se ha perdido y se le ha cogido miedo", asegura.

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El Ministerio de Políticas Sociales está trabajando en una Estrategia Nacional frente a la soledad no deseada. En teoría se va a aprobar en esta legislatura y va a tener un alcance temporal de 2023 a 2030. La está elaborando el IMSERSO porque en principio está enfocada a la soledad no deseada de las personas mayores. La idea es crear un Observatorio de la Soledad nacional para coordinar y potenciar los programas que ya existen en las entidades del tercer sector o en otras instituciones.

En Barcelona, desde hace unos años, está en marcha el servicio público 'VinclesBCN' una aplicación a través de dispositivos como tablets que pretende combatir la soledad no deseada, reforzando las relaciones sociales entre las personas mayores. En la ciudad viven unas 300.000 personas mayores de 65 años y de ellas un cuarto viven solas, según datos del ayuntamiento. Mentxu Fuentes Casanova es una mujer de 92 años, y a través de la aplicación ha entablado amistad con varios vecinos. "Yo quería más relaciones. También me siento sola porque el día son 24 horas y es largo. Hay muchas horas de soledad y a través de la tablet me comunico con gente del barrio. Nos conocemos en personas los vecinos y hacemos lo que podemos", explica Mentxu en Hora 25.

Aunque el uso de tecnología a priori permite la mejora de las comunicaciones interpersonales, Juan Manuel García González advierte de ese posible "doble filo". "Cuando utilizamos esa tecnología como sustitución a las visitas en personas, por ejemplo en las residencias, como nos hemos visto por la cámara, ya no es necesario ir a visitar en persona. Cuando realmente es algo complementario. Las personas mayores valoran muchísimo tener un móvil con cámara, pero valoran más que les vayan a ver en persona. Esa sustitución es perversa y hay que complementarlo", sentencia el sociólogo.

El servicio 'Te acompaña' de la Cruz Roja tiene un servicio gratuito de teléfono, de 10:00 a 18:00 de lunes a viernes, que es el 900 444 111. También un correo electrónico teacompana@cruzroja.es y responden a través de las redes sociales.