Corrupción, muertes y violación de derechos humanos: comienza el Mundial de Qatar, el torneo más escandaloso de los últimos años

Madrid

"Gracias por creer en el cambio. Gracias por darle a Qatar una oportunidad. Van a estar orgullosos de nosotros, se lo prometo". Estas fueron las palabras que Mohamed Bin Hamad Al Thani, el hermano del actual emir de Qatar, le dedicó hace 12 años al entonces presidente de la FIFA, Joseph Blatter, que acababa de anunciar la sede para el mundial de fútbol 2022. Blatter, que dimitió en el año 2015 por un escándalo de corrupción en la FIFA, ha reconocido este mismo noviembre que darle ese mundial a Qatar, este mundial que empieza hoy en Qatar, "fue un error". Un error en la elección que no fue fruto de la casualidad.

Todo empezó en 2010, cuando Qatar presentó su candidatura a la vez que el resto, un mes antes del mundial de Sudáfrica. Para muchos, la idea de celebrar un mundial en Qatar, una monarquía absoluta en la que se violan los derechos humanos, era algo casi imposible. Hay una serie de parámetros que un país debe cumplir para organizar un mundial y la FIFA, en sus primeros informes, declaró que Qatar no los cumplía. De hecho, tenía todo lo contrario. Calor extremo, en un país desértico que en el verano alcanza temperaturas de 50 grados, inexistencia de infraestructuras de fútbol y, además, nula cultura de fútbol. La FIFA calificó la candidatura de alto riesgo. Si ganaba, Qatar iba a tener que construir 8 estadios en apenas 12 años.

El 2 de diciembre 2010 se celebró una gala crucial en Zurich y Qatar da la sorpresa: gana la candidatura derrotando a la favorita Estados Unidos. En aquella reunión en Zurich, los 24 hombres más poderosos del mundo, los líderes de las confederaciones de la FIFA, debían votar de forma secreta sedes del mundial de 2018 y de 2022. Esta elección cambiaría para siempre el mundo FIFA y destaparía la mayor trama de corrupción en la historia del deporte. Estados Unidos, indignados por la derrota, encargaron una investigación al FBI sobre el proceso de elección de Qatar como sede para el Mundial. Con el paso de los meses y también gracias a la prensa, se descubrió una trama de regalos y sobornos que propiciaron este resultado en la votación.

Los dirigentes de la FIFA fueron detenidos por el FBI en una redada en un lujoso hotel suizo. El departamento de Justicia les acusó de corrupción y obligaron a la FIFA a llevar a cabo una investigación interna que más tarde censurarían: el informe García. Dentro de la FIFA, se denunciaron presiones para frenar las investigaciones. Con el tiempo y las investigaciones de la prensa, fueron destapándose varias cosas. Por ejemplo, una comida en el Eliseo entre el entonces presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, el presidente de la UEFA, Michel Platini, el emir de Qatar, Al Thani, y el ministro de Exteriores qatarí. En aquella comida, presuntamente convencieron a Platini de que votara por Qatar.

Las investigaciones terminaron con la alianza formada por Michel Platini y Sepp Blatter. Después de ocho años en UEFA y 17 años presidiendo FIFA, respectivamente, ambos dijeron adiós. Blatter, a quien antes de dimitir, un espontáneo, lanzó un fajo de billetes en una rueda de prensa, pidiendo irónicamente que Corea del Norte organizara el próximo mundial. La investigación del Mundial de Qatar destapó una de las mayores historias de corrupción en la historia del futbol. A pesar de las condenas y las dimisiones, la FIFA nunca dio marcha atrás y hoy empieza un mundial que fue elegido de forma fraudulenta.

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Qatar: 6.500 muertes en los cimientos del mundial

Por el camino, 12 años en los que Qatar ha levantado de cero, siete de los ocho estadios en los que se van a disputar los partidos de fútbol. El mundial más caro de la historia con más de 200.000 millones de euros gastados con la mano de obra más barata. Gente de Nepal, Filipinas, India, Sri Lanka, Pakistán o África que han llegado a multiplicar por diez la población qatarí y de los que unos 6.500 no han vuelto a sus países porque han muerto trabajando.

Durante más de diez años, miles de trabajadores han construido las instalaciones de la competición en condiciones miserables: calor y jornadas extremas, levantando bloques de piedra de hasta 50 kilos y sin apenas agua o comida.

"Las autoridades siguen sin investigar adecuadamente las muertes de trabajadores migrantes, miles de los cuales fallecieron repentina e inesperadamente en Qatar en la última década", denuncia la ONG Amnistía Internacional. Además, señala esta organización, Qatar "impidió cualquier evaluación de si las muertes estaban relacionadas con el trabajo" y "negó a las familias de los trabajadores la oportunidad de recibir una compensación".

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"La principal tragedia del Mundial es que si Qatar fuese una democracia no lo albergaría"

24:55

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