¿Quién se beneficia del alivio del pago a las hipotecas? La letra pequeña de las ayudas que dependen de lo que haga la banca
El Consejo de Ministros ha aprobado el paquete de medidas para familias vulnerables hipotecadas mientras Unidas Podemos y las organizaciones de consumidores critican ese pacto con la banca
La letra pequeña del plan contra el "estrés hipotecario"
Madrid
El Consejo de Ministros de este martes ha dado el visto bueno al paquete de medidas pactadas con la banca para aliviar la carga financiera de más de un millón de hogares vulnerables o en riesgo de vulnerabilidad y la creación de la Autoridad Independiente de Defensa del Cliente Financiero en segunda vuelta. El resumen del plan es que las familias con rentas de hasta 25.000 euros al año que dediquen más del 50% de su renta mensual al pago de la hipoteca dejen de pagar el capital de la misma durante 2-5 años. Para las rentas de hasta 29.400 euros con esa misma condición, se congelaría la subida del euríbor durante 1 año. Y para todos los demás hipotecados el plan incluye acabar con las comisiones que los bancos cobran por amortización o cambio de hipoteca.
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El Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital informó este lunes por la noche de que, a falta de cerrar los últimos detalles con el sector bancario, se aprueba el paquete de medidas para aliviar a más de un millón de hogares hipotecados afectados en mayor medida por la subida del euríbor. El objetivo es que entre en vigor el 1 de enero de 2023. Se adoptan medidas por tres vías: se mejora el tratamiento de las familias vulnerables en el actual Código de Buenas Prácticas, se adopta un nuevo marco temporal para familias en riesgo de vulnerabilidad por la subida de los tipos de interés y se facilita la amortización anticipada de los créditos y la conversión de las hipotecas a tipo fijo. La ministra de Economía, Nadia Calviño, ha querido destacar que estas medidas "no responden a un riesgo o a un impacto macroeconómico por la subida de tipos de interés" porque la situación es muy diferente a 2008: "Ahora tres de cada cuatro hipotecas se conceden a tipo fijo".
Las medidas de refuerzo del actual Código de Buenas Prácticas para deudores hipotecarios vulnerables, aprobado en 2012, consisten en que los deudores vulnerables tendrán la posibilidad de reestructurar el préstamo hipotecario con un tipo de interés más bajo durante la carencia del principal de cinco años (euríbor -0,1% frente al euríbor +0,25% actual). Asimismo, se amplía a dos años el plazo para solicitar la dación en pago de la vivienda y se contempla la posibilidad de una segunda reestructuración, en caso necesario.
El ejemplo de una hipoteca de 120.000 euros y una cuota de 524
Con el objetivo de ampliar el ámbito de actuación, se permite que los hogares con renta inferior a 25.200 euros al año, es decir, tres veces el Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (Iprem), que dediquen más del 50% de su renta mensual al pago de la hipoteca pero no cumplan el criterio actual del incremento de un 50% del esfuerzo hipotecario, puedan acogerse al Código con una carencia de dos años, un tipo de interés menor durante la carencia y un alargamiento del plazo de hasta siete años.
La aplicación de estas medidas permitirá que los deudores hipotecarios vulnerables vean aliviada su carga financiera “de forma inmediata”. El Ministerio puso el ejemplo de una familia con una hipoteca tipo de 120.000 euros y una cuota mensual de 524 euros tras la revisión de tipos de interés, que vería reducida su cuota durante el periodo de carencia de cinco años más de un 50%, hasta los 246 euros.
Ahora el Gobierno da un plazo de un mes a las entidades financieras para que decidan si aplicarán estas medidas y puedan entrar en vigor en enero de 2023: "Depende de ellas y espero que todas lo suscriban porque creo que es el momento de arrimar el hombro y ayudar a las familias más vulnerables", ha deseado Nadia Calviño, que ha confirmado que Caixabank ya ha confirmado su apoyo.
Calviño ha anunciado también que la suspensión de desahucios para hogares vulnerables —medida que está vigente desde la irrupción de la pandemia— se prorroga hasta mayo de 2024 y ha avanzado que el Gobierno está trabajando en un plan de vivienda de alquiler asequible con la construcción de 100.000 viviendas sociales.
Críticas de Unidas Podemos y consumidores
Unidas Podemos ha sido muy crítico con las medidas y avisa de que defiende exigir una mayor responsabilidad a los bancos. El portavoz del grupo parlamentario, Pablo Echenique, lamenta que "las medidas que ha filtrado la Vicepresidenta Calviño son voluntarias, apenas van a reducir la cuota de la hipoteca" ya que "dejan a muchas familias fuera y casi no tocan los beneficios obscenos de la banca". Por eso, adelanta que desde su formación, van a seguir trabajando "para limitar las subidas abusivas de verdad".
A la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, también le parece insuficiente: ¿Las entidades financieras se comprometen con su país o hacen un pequeño sacrificio? No", se responde, y recuerda que la transferencia de rentas de los ciudadanos a los bancos asciende a 8.000 millones de euros. "Pensamos que sería sustancialmente mejorable", ha sentenciado.
Las organizaciones de consumidores como Facua y OCU también recuerdan que hay personas que necesitan respaldo y se quedan fuera de las ayudas. "Menudo paripé de acuerdo ha 'logrado' el Gobierno. Y tendrán la desfachatez de vendérnoslo con un cínico triunfalismo. Otra operación de lavado de imagen para los bancos, que van a seguir forrándose repercutiendo la brutal subida del euríbor a la inmensa mayoría de hipotecados", critica Rubén Sánchez, portavoz de Facua.
Clase media
Por otra parte, se propone un nuevo Código que proporcione alivio a los deudores de clase media en riesgo de vulnerabilidad por el incremento de la cuota hipotecaria. En este caso, podrán beneficiarse los hogares con renta inferior a tres veces y media el Iprem (29.400 euros anuales) con hipotecas suscritas hasta el 31 de diciembre de 2022, una carga hipotecaria superior al 30% de su renta y que haya subido al menos el 20%. Para todos estos casos, las entidades financieras deberán ofrecer la posibilidad de congelación durante 12 meses de la cuota, un tipo de interés menor sobre el principal aplazado y un alargamiento del plazo del préstamo de hasta siete años.
Por último, se reducirán más los gastos y comisiones para facilitar el cambio de tipo variable a tipo fijo y se eliminarán durante todo 2023 las comisiones por amortización anticipada y cambio de hipoteca de tipo variable a fijo. Se incluirán medidas para la promoción de la educación financiera y se reforzará el seguimiento de la aplicación de ambos códigos.
Los dos Códigos de Buenas Prácticas serán de adhesión voluntaria por parte de las entidades financieras y de obligado cumplimiento una vez suscritos.
Actualmente hay 3,7 millones de hipotecas referenciadas al euríbor. A esto hay que añadir que tres de cada cuatro hipotecas se conceden actualmente a tipo fijo, el plazo medio residual ha bajado hasta los 10 años en 2021 y el porcentaje de hogares que dedica más de un 40% de su renta disponible al pago de la hipoteca ha descendido en los últimos años.
Defensa del cliente financiero
El Gobierno también ha aprobado en segunda vuelta la creación de la Autoridad Independiente de Defensa del Cliente Financiero, tras pasar la primera vuelta el pasado mes de abril. El nuevo organismo se crea para “complementar” el sistema institucional de resolución de reclamaciones en el ámbito financiero y que sus resoluciones “se dicten con celeridad, atendiendo a criterios uniformes y de carácter vinculante para las entidades financieras en reclamaciones inferiores a 20.000 euros”, según el texto del anteproyecto de ley. Las entidades financieras deberán aportar una tasa de 250 euros por reclamación admitida.
Integrará los actuales servicios de reclamaciones de los organismos supervisores -Banco de España, Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones- que dejarán de realizar estas funciones y tendrá la finalidad de resolver reclamaciones contra incumplimientos de las normas de conducta, buenas prácticas y usos financieros o la abusividad de cláusulas contractuales.
El anteproyecto de ley que se sometió a información pública recoge que el reclamante podrá ser multado con hasta 1.000 euros “cuando se aprecie temeridad o mala fe en la interposición de la reclamación” y cuando se hubieran desestimado totalmente las pretensiones en su reclamación.
Rueda de prensa tras el Consejo de Ministros (22/11/2022)