"Ponen que tiene diarrea y la chiquilla lo que tiene es que está destrozada por todos lados": un activista denuncia la cruda realidad que viven las mujeres iraníes

"Eligieron a las mujeres que eran guapas y que más les apetecía. Luego, cada policía cogía a una chica de su celda, la llevaba a una sala más pequeña y privada y, una vez ahí, la agredía sexualmente." Es el testimonio de Hana (nombre falso escogido así por su seguridad), recogido por la CNN, que cuenta que la policía iraní detiene a mujeres de forma selectiva y las agrede sexualmente.

Hana es una mujer iraní de origen kurdo, de poco más de 20 años y detenida durante las protestas: "Me da vergüenza hablar de esto. Todavía puedes ver lo que me hizo el policía. Mira aquí, en mi cuello, está morado. Por eso me lo tapo. Me forzó". Hana cuenta que, a veces, abusaban de las chicas en sus celdas y, después, las transferían a otras ciudades.

Otro testimonio. El 17 de octubre, Armita Abbasi, de 20 años, detenida en las protestas, fue trasladada de urgencia al hospital Imam Ali en Karaj, al oeste de Teherán. Le habían afeitado la cabeza y temblaba violentamente. En los relatos, el personal médico que la atendió habló del horror que sintieron al ver evidencias de una brutal violación.

"La llevaron al hospital a punto de morir ya y en el diagnóstico médico se le pone que tiene diarrea con sangre. Y la pobre, la chiquilla lo que tenía es que estaba destrozada por todos los lados", explica a la SER Nilufar Saberi, activista iraní independiente por los derechos humanos. La CNN ha tenido acceso al testimonio de los médicos que trataron a Abbasi en el hospital: "Se sentía tan mal que pensábamos que tenía cáncer".

En su declaración, el gobierno iraní dijo que Abbasi fue hospitalizada por "problemas digestivos". Sin embargo, los médicos del hospital dijeron que esa afirmación no coincidía con los síntomas que presentaba la joven. De hecho, la CNN ha presentado los relatos filtrados de las lesiones de Abbasi a un médico fuera de Irán, que explica que los síntomas descritos indican una brutal agresión sexual.

Además, según Nilufar Saberi, los destinos de las mujeres en Irán, a veces, son peores que la muerte: "Tienen fijación por las mujeres. Se les lleva a centros de reeducación y orientación islamita. Se les separa de la familia". Desde que empezaron las protestas, en Irán han muerto más de 300 personas. De ellas, más de cuarenta niños, según los datos de las organizaciones que operan en la zona.