Bélgica se complica la vida ante una Marruecos con un pie en octavos

Podía pasar, pero entraba en pocas quinielas. En medio de un ambiente bestial generado por su colorida afición, Marruecos venció a Bélgica en la segunda jornada de la fase de grupos, poniéndose como líderes de su grupo a expensas de lo que haga Croacia contra Canadá. Los de Roberto Martínez, siempre favoritos por el talento de sus futbolistas, firmaron un encuentro muy pobre y se tendrán que jugar el pase ante Luka Modric y compañía.

El primer tiempo fue infinitamente mejor a lo que se había visto en el Japón-Costa Rica. Ambos equipos, con sus virtudes y defectos, buscaron las cosquillas de su contrario. No había ocasiones claras, pero sí mucha intención por parte de los dos equipos. Por aparecer, apareció hasta un participativo Eden Hazard, dejando un par de acciones ilusionantes para los más nostálgicos. Los dos únicos lunares fueron el estado de Bono, que abandonó el campo justo antes de comenzar, y la falta de goles. Este último problema se pudo resolver en el último momento con un gol de Ziyech, pero fue anulado por un claro fuera de juego por interferencia de los centrales marroquís.

Bélgica, en la segunda mitad, se cayó tras los cambios. Hazard aguantó hasta la hora de partido, y ahí se acabaron las buenas intenciones de los europeos. Marruecos, poco a poco, iba amenazando la portería de Courtois. Así fue, pasado el minuto 70, cuando sucedió una jugada calcada a la que se vio cerca del descanso. Una buena jugada a balón parado desde el lateral acabó dentro, con Romain Saiss molestando al meta belga a la hora de parar el centro chut de Sabiri. Esta vez, eso sí, subió al marcador, ya que no había fuera de juego. Tras el gol, Bélgica lo intentó a la desesperada con la reaparición de Romelu Lukaku, pero nada funcionó. Es más, empeoró por obra y gracia de un golazo tremendo de Marruecos. El destino de los europeos ya estaba escrito: tendrán que jugarse el pase ante Croacia en el último partido de la fase de grupos.

El jugón: Hakim Ziyech

Metió un gol que acabó anulado y dio la asistencia del definitivo 0-2. El talento de Ziyech es inmenso, y, para los que no creen en su zurda, pocos argumentos quedan en su contra. La jugada del segundo fue tan buena como trascendente, siendo desde ya uno de los goles más memorables de los norteafricanos en un Mundial.

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La polémica

Al filo del descanso, Marruecos tuvo una jugada a balón parado perfecta para su mejor futbolista en ataque. Ziyech dio una masterclass de como lanzar una falta lateral, enviando el esférico al corazón del área con la potencia justa como para despistar al portero y dejar el gol en bandeja. Courtois se la comió, pero había trampa: los centrales africanos estaban en fuera de juego, interfiriendo en la jugada al intentar rematar la falta de Ziyech. Puede resultar obtuso, pero es un gol bien anulado, según Iturralde González.

Es fuera de juego por interferencia, es claro

—  Iturralde González, en 'Carrusel Deportivo'

La imagen

Estuvo en el campo mientras sonaban los himnos y todo hacía indicar que iba a jugar. Pese a ello, cuando el árbitro decretó el inicio del partido, Monir El Kajoui era el que estaba en la portería. Bono se tuvo que retirar justo antes del partido por sentirse indispuesto, teniendo que entrar el portero suplente. Por suerte, no parece que sea grave lo del meta del Sevilla.