China responde a las protestas por la política de 'COVID cero' con un gran despliegue policial
La agitación social ha contagiado a las bolsas europeas y Wall Street, que ha cerrado este lunes en rojo, y el Dow Jones de Industriales, su principal indicador bajaba un 0,39%
Madrid
El aumento en los casos de COVID y los enfrentamientos entre la policía y los manifestantes en varias ciudades chinas por la política de 'COVID cero' impuesta por Xi Jinping durante este fin de semana han provocado más presencia policial. Desde Shanghái hasta Pekín, miles de personas han decidido salir a la calle para mostrar firmemente su clara oposición a las medidas tomadas por el Gobierno, duramente criticado por someter a la población a la conocida política para erradicar el virus.
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Las decenas de coches de policía aparcados en los aledaños de una estación de metro del distrito universitario de Pekín han frustrado la protesta que se había convocado horas antes en las redes sociales. Una similar presencia policial se ha visto durante toda la jornada en la calle Choi de Shanghái, donde se vivieron las concentraciones más fervorosas de los dos últimos días. El Gobierno se ha esforzado en dar unas protestas con un peligroso factor de contagio y ha limado algunos de los aspectos más áridos de la política 'COVID cero'.
Los problemas acarreados por el establecimiento de estas normativas, que han llevado a la inacción de las autoridades ante situaciones de emergencia, han hecho estallar una situación ya de por sí sumamente tensa en un país donde las protestas a gran escala son inusuales. La población exige ahora más libertades y ha llegado incluso a solicitar a Xi que abandone el poder tras casi tres años de test en masa, duros confinamientos y cuarentenas obligatorias que implican un coste económico y humanitario.
En el centro de estas protestas se encuentra el incendio registrado el sábado en una vivienda de la ciudad de Urumqi, en la región occidental de Xinjiang, donde fallecieron al menos 10 personas ante, supuestamente, la lenta respuesta de los Bomberos precisamente por las restricciones contra el coronavirus. La ciudad en cuestión llevaba bajo cuarentena más de 100 días, lo que ha llevado a los residentes a permanecer en sus viviendas aislados durante un largo periodo de tiempo.
Papeles blancos, el arma de los manifestantes
Muchos manifestantes acuden a las marchas con folios en blanco, una cuestión que ha sido entendida como una protesta también contra la censura y la falta de libertad de expresión en el gigante asiático. Esta idea tiene sus raíces en protestas como las que tuvieron lugar en 2020 en la región de Hong Kong, donde los manifestantes sostuvieron papeles en blanco para protestar contra la polémica ley de Seguridad Nacional, que según defensores de los Derechos Humanos socavarías las libertades individuales de la población. Ahora, el uso de estos folios se está extendiendo en un intento por eludir la censura y evitar los arrestos después de que varias personas hayan sido detenidas a lo largo de la jornada.
Las ONG denuncian la represión y piden respetar los DDHH
Aunque por el momento no se han registrado graves enfrentamientos entre la Policía y los manifestantes, varias organizaciones han denunciado fuertes medidas contra periodistas, y la ONG Human Rights Watch (HRW) ha pedido a las autoridades chinas que respeten los derechos fundamentales de los manifestantes a protestar "pacíficamente" contra las "draconianas restricciones de la denominada política 'COVID Zero'.
"Las autoridades chinas no deberían reprimir las protestas, sino permitir que todos expresen pacíficamente sus puntos de vista", ha expresado el investigador especializado en China de HRW, Yaqiu Wang, agregando que los manifestantes enfrentan "riesgos extraordinarios" al exigir el cumplimiento de los Derechos Humanos. En este sentido, ha expresado que Pekín "ha subestimado gravemente la voluntad" de la población en el gigante asiático. "La gente, con un coraje increíble, está mostrando al Partido Comunista Chino y al mundo que ellos, como todos los demás, tienen derecho a opinar sobre cómo son gobernados", ha indicado.
Amnistía Internacional, al igual que Human Rights Watch, ya pidió el domingo a las autoridades chinas que hagan un ejercicio de contención ante las protestas desatadas en varios puntos del país, entre los que se encuentran Pekín, Wuhan o Shangái. Mientras tanto, las autoridades de grandes ciudades como Cantón, Pekín o Chongqing, entre otras, han dispuesto medidas como el cierre de carreteras y el bloqueo a entradas y salidas de complejos residenciales con el objetivo de limitar la participación en las marchas.
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40.000 nuevos casos de COVID
China se encuentra actualmente registrando sus cifras más altas de contagios por coronavirus desde el inicio de la pandemia. Solo este lunes, las autoridades sanitarias hablaban de unos 40.000 casos nuevos. Los manifestantes, que siguen saliendo a la calle en un intento por lograr una mayor libertad a pesar de la pandemia, suponen ahora un desafío para Xi Jinping, que tendrá que analizar las consecuencias de seguir adelante con una política que ya no es bien recibida por toda la población.
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Y otra de las consecuencias de las graves protestas afecta a la economía. La ola de movilizaciones ha sacudido a las bolsas europeas y a Wall Street, que cierran este lunes en rojo. "Existen preocupaciones sobre el aumento de casos de COVID en China y cómo reaccionará el Gobierno. Hemos pasado de lo que consideramos una reapertura a restricciones probablemente mayores", ha señalado el codirector de estrategia de inversiones de John Hancock Investment Management, Matthew Miskin.
Wall Street ha cerrado este lunes en rojo y el Dow Jones de Industriales, su principal indicador, bajaba un 0,39% tras un fin de semana de protestas en las principales ciudades chinas contra la política de restricciones para evitar los contagios. Diez minutos después del inicio de las operaciones, el Dow Jones restaba 132,94 puntos, hasta los 34.214,09, mientras que el selectivo S&P 500 recortaba un 0,48%, o 19,32 enteros, hasta 4.006,8.
El índice compuesto del mercado Nasdaq, donde cotizan las principales tecnológicas, cedía un 0,22%, o 24,29 puntos, hasta 11.202,06. El parqué neoyorquino arrancaba el lunes a la baja tras una semana alcista, en la que el Dow Jones ha ganado un 2,39 % acumulado, el selectivo S&P 500 ha progresado un 2,02% y el índice Nasdaq ha ascendido un 0,73%.
Las protestas también afectan al petróleo
Los analistas achacan este descenso de hoy a las protestas vividas este fin de semana en China contra la política de 'COVID cero' y en las que resultaron detenidos un número indeterminado de personas. Unas protestas que también lastraron el precio del petróleo en su apertura. Las cifras de nuevos contagios en China han batido este lunes su récord por quinto día consecutivo con 40.347 casos detectados en la víspera, de los que 36.525 (un 90,5%) son asintomáticos.
Además, en todo el país alrededor de dos millones de personas se encuentran bajo cuarentena centralizada u observación médica por estar infectadas o por ser contactos cercanos de contagiados, sin incluir a ciudadanos bajo confinamiento generalizado impuesto por autoridades locales. Por sectores, a primera hora destacaban los retrocesos del energético (-2,77%) y del de servicios públicos (-1,05%), mientras que solo amanecían en verde el de bienes no esenciales (0,52%) y el sanitario (0,05%).
Entre las 30 empresas cotizadas del Dow Jones, las pérdidas estaban encabezadas por Chevron (-2,63%) y Dow (-1,7%), mientras que destacaban las ganancias de Walmart (0,69%). En otros mercados, el petróleo de Texas bajaba a 74,57 dólares el barril, el rendimiento del bono del Tesoro estadounidense a 10 años descendía hasta 3,679%, el oro bajaba hasta 1.749,2 dólares la onza y el dólar perdía terreno frente al euro, con un cambio de 1,0434.