Irán y Estados Unidos se juegan este martes el pase a los octavos de final del Mundial de Qatar. Más allá del ámbito deportivo, el partido está despertando interés por las tensiones que ambos países mantienen en el plano geopolítico, que, incluso, se han trasladado a la rueda de prensa previa al choque. Durante la comparecencia estadounidense, protagonizada por el seleccionador del equipo norteamericano, Gregg Berhalter, y el futbolista Tyler Adams, un periodista iraní lanzó una tensa pregunta al jugador: «¿Te sientes cómodo representando a un país con tanta discriminación hacia la gente afroamericana dentro de sus fronteras y donde nació el movimiento Black Lives Matter?». Antes de ello, le corregía en tono agresivo: «Dices que apoyas a los iraníes, pero pronuncias mal el nombre de nuestro país. Es Irán, no Airán. Vamos a dejarlo claro de una vez por todas». La respuesta del centrocampista del Leeds United no pudo ser más ejemplar. «Mis disculpas por mi mala pronunciación», comenzaba, para luego espetar: «Dicho esto, hay discriminación en todas partes. Algo que yo he aprendido, viviendo en el extranjero durante los últimos años y teniendo que adaptarme a diferentes culturas, es que en los Estados Unidos seguimos progresando día a día». «Yo crecí en una familia, con raíces africanas, obviamente, así que me formé con diferentes culturas y tuve muy fácil asimilar diferentes costumbres», proseguía. «No todos han tenido esa ventaja y la posibilidad de hacerlo. Es algo para lo que se necesita más tiempo y educación. Es súper importante. La menera en la que me has enseñado cómo se pronuncia el nombre de tu país, por ejemplo, es un progreso; y siempre que haya progreso, eso es lo más importante», reflexionaba. No es la única polémica que Estados Unidos e Irán han protagonizado en las horas previas al encuentro. Un asesor legal de la Federación de Fútbol de Irán anunció el pasado domingo que presentaría una queja ante el comité ético de la FIFA contra Estados Unidos por eliminar el escudo de la república islámica en una imagen de la clasificación del grupo en el que se encuentran ambos países. La eliminación del emblema, según confirmaba un portavoz de la federación estadounidense a USA Today, fue intencionada como gesto de «apoyo a las mujeres en Irán que luchan por los Derechos Humanos básicos», en el marco de las protestas en Irán tras la muerte bajo custodia de la joven kurdo-iraní Mahsa Amini el 16 de septiembre. «A veces las cosas están fuera de nuestro control. Lo único que podemos hacer es pedir disculpas en nombre de los jugadores y del personal. No es algo de lo que seamos partícipes», afirmó el entrenador estadounidense durante la rueda de prensa previa al partido. La selección de fútbol ha sido tradicionalmente un elemento de unidad para los iraníes, pero en las últimas semanas se ha visto envuelta en todo tipo de controversias. Ha recibido críticas por los supuestos gestos de los jugadores tanto a favor como en contra del régimen. El 14 de noviembre, los jugadores posaron junto al presidente, Ebrahim Raisi, lo que se entendió como un alineamiento hacia el Gobierno en un momento en el que miles de personas han salido a la calle para protestar por la muerte de Amini, detenida por llevar mal el velo, y reclamar avances sociales. En su primer partido, sin embargo, los jugadores evitaron cantar el himno, lo que se interpretó como un gesto de crítica. De hecho, la televisión estatal iraní interrumpió la emisión para evitar mostrarlo, habida cuenta de que incluso el líder supremo, el ayatolá Ali Jamenei, ha advertido públicamente a todos deportistas de que «no falten al respeto» al país.