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'El Menú', un 'Parásitos' en el mundo de los restaurantes con Estrella Michelin

La actriz de Gambito de Dama, Anya Taylor-Joy y Nicholas Hoult protagonizan este thriller de terror que ocurre en un restaurante de lujo donde cocina Ralph Fiennes

Ralph Fiennes y Anya Taylor-Joy en 'El menú'. Photo by Eric Zachanowich. Courtesy of Searchlight Pictures. © 2022 20th Century Studios All Rights Reserved / Photo Credit: Eric Zachanowich

Madrid

Las sátiras contra los ricos funcionan en el cine. Hay algo que consigue que los espectadores conecten viendo a los millonarios y los pijos sufrir en la gran pantalla. Recuerden Parásitos, la película coreana ganadora del Oscar, funcionaba como muchas cosas, pero entre todas servía de catársis al espectador para entender qué ocurre cuando la desigualdad persevera. También con Puñales con la espalda, la película de Ryan Johnson que ahora ha vuelto con su secuela y donde nos gusta que lo pase mal ese trasunto de Elon Musk que es el protagonista y su panda de amigos ricos y estirados. Cannes premió a Ruben Ostünd con la Palma de Oro a Triángulo de la tristeza precisamente por hacer perrerías a unos millonarios en un crucero que se hunde en el Mediterráneo.

Básicamente esa es la fórmula de El Menú, la película en la que los ricos sufren y mucho en un restaurante con Estrella Michelín. Protagonizada por Anya Taylor-Joy y Nicholas Hoult, El Menu es un thriller con mucho humor negro y suspense que ocurre dentro de un restaurante caro. "Lo que pasa aquí con estos ricos es que son insoportables. No son son buenas personas. Se han vuelto ciegos ante sus propios privilegios", explica la actriz que se hizo famosa por la serie de Netflix Gambito de dama. "Hay una crítica sobre la sociedad y el hecho de cómo queremos una gratificación instantánea constantemente y cómo cada vez es más difícil complacernos", cuenta en una entrevista en la Cadena SER junto a su compañero, Nicholas Hoult.

Ambos son una pareja que acude como invitados a esa exclusiva y elitista cena celebrada en un gran resturante, el más importante en la gastronomía mundial, que regente un conocido chef al que interpreta Raph Fiennes. Un restaurante ubicado en una isla que da una cena especial, un menú inédito hasta la fecha que solo probarán unos cuantos elegidos. Entre ellos, estrellas de Hollywood desubicadas, Instagramer, políticos, críticos gastronómicos estirados…

Mark Mylod, curtido en la realización de series donde la diferencia entre ricos y pobres está muy presente, como Succession, The Affair o Shameless, dirige este thriller que se convierte casi en una historia de superviviencia y en una disección sobre el éxito y el fracaso, sobre la vocación y cómo entenderla en un mundo donde el capitalismo lo destroza todo.

"El marco me pareció muy interesante ya cuando leí el guion, como enmarcar toda la historia en torno a una cena. Cómo van apareciendo cada uno de los platos que componen ese menú especial". "Es divertido y aterrador ver la historia de estas personas enmarcada en ese restaurante, creo que la película habla de la situación que podemos encontrar en la sociedad", decía el actor que debutó en el cine en Niño grande, junto a Hugh Grant y a quien hemos visto crecer en la gran pantalla en películas como X-Men o Mad Max o en series como Skins y The Great.

El Menú es una sátira sobre la división de clases y de cómo los ricos se comportan, pero también es una crítica a todos nosotros. Obsesionados, como el personaje de Nicholas Hoult por llegar, por asistir gratis a una de esas cenas de lujo, por codearnos con famosos y artistas. Por tener fama y dinero de manera fácil. Es el sueño que nos ofrece el capitalismo y que todos, dice el film, compramos sin rechistar. Dejamos de ser auténticos, de ser nosotros, para convertirnos en engranajes de un sistema demencial, como ese que ha acabado con la carrera del prestigioso chef. "Es un personaje retorcido, algo que vamos viendo poco a poco. Tiene el cerebro lavado por completo y está desesperado por encontrar su lugar dentro de la sociedad y ser aceptado por los demás", explica el actor sobre su personaje, un arribista, servil y baboso con el poder y los poderosos.

El personaje de Anya Taylor-Joy es quizá el pez fuera de lugar en ese restaurante de lujo. La única que parece no sorprenderse con las esferificaciones, espumas y demás novedades gastronómicas. "Lo que me gustaba de ella es que se siente cómoda en su propia piel y a la vez fuera de lugar. Sabe que no pertenece a su lugar, que no era la invitada original y que está ahí por casualidad. Es casi como si estuviera actuando dentro de una actuación", cuenta la actriz evitando hacer spoilers. Y es que la película es un continuo juego de guion, de actos violentos y desparrames que van de menos a más a medida que avanza la trama y van apareciendo los platos del menú. De hecho, el metraje se divide en capítulos, cada uno de ellos ahonda en uno de los platos que ha preparado el cocinero y su equipo. Hasta llegar a la hamburguesa.

El sociólogo Pierre Bourdieu estudió cómo era el gusto y cómo cambiaba en la sociedad francesa contemporanea. Esa práctica, la del gusto, a priori neutral y arbitraria, mostró en sus análisis que en realidad el gusto no es más que la reproducción de relaciones sociales de desigualdad. El Menú es un buen ejemplo de cómo funciona la teoría del filósofo francés. Todos los ricos que acuden aman las esferificaciones. Los platos con algas y condimentos exóticos. Los menús regados con champán que cuestán precios imapagables, aunque quienes los preparan apenas cobren el salario mínimo. Quién rompe o deja ver las grietas del gusto como algo natural o inhato, y más bien como algo asociado a la clase, es el personaje de Anya Taylor-Joy, a la que no le da complejo de clase pedir la famosa hamburguesa.

El escritor valenciano Rafael Chirbes destapaba en su novela En la orilla la corrupción detrás de la crítica gastronómica, algo que une esa novela, que reflejaba a la España de la crisis, con esta película salvaje y oscura, donde los personajes son todos burgueses huecos. Está el matrimonio que guarda las apariencias y que ni siquiera aprecia lo que está comiendo. Están los famosos. Está la crítica gastronómica que ha contribuido a crear un sistema loco y cruel. El Menú se centra en un restaurante, donde la comida se convierte en un lujo en un mundo desigual, donde una parte muy importante apenas tiene alimentos; podría centrarse también en el mundo del cine, o en el del periodismo. Mundos donde la diferencia de salarios es abismal.

El Menú nos demuestra que la desigualdad sigue siendo el gran problema de las sociedades, el gran genedor de conflictos y algo en lo que los cineastas reparan. La pregunta que plantea el filme es si nosotros somos como Anya Taylor-Joy o somos más bien, unos bienquedas sociales, como Nicholas Hoult. También cabe preguntarnos por qué nos encanta ver sufrir a los ricos en la gran pantalla.

Pepa Blanes

Pepa Blanes

Es jefa de Cultura de la Cadena SER. Licenciada en Periodismo por la UCM y Máster en Análisis Sociocultural...

 
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