El partido de este miércoles entre Argentina y Polonia era una final para la albiceleste, porque en caso de derrota o empate las probabilidades de caer eliminado eran muy altas. Y se notó en el campo. Los de Leo Messi salieron desde el inicio a por el partido ante una Polonia que no supo hacer nada más que defender y lo terminó pagando. A pesar de la victoria de Argentina por 2-0, los polacos pasaron a octavos de final como segunda de grupo. Sin embargo, en los minutos finales del partido se produjo un «enganchón» entre las dos estrellas de ambos equipos, Leo Messi y Robert Lewandowski. El argentino tenía el balón y logró regatear por primera vez al delantero del Barcelona, pero no logró zafarse de su marca. El polaco insistió e intentó robarla una vez más, pero Messi le volvió a hacer un quiebro y, esta vez si, cuando Lewandowski estaba superado le agarró a su adversario. El árbitro señaló la falta a pesar de la leve queja del polaco. Fue entonces cuando Lewandowski regresó a la posición donde estaba Messi para darle la mano, pero el argentino ni se la dio ni le miró a la cara, dejando una imagen curiosa. Posteriormente, en zona mixta hablaron sobre lo ocurrido. «Respeto a todo el mundo, tanto dentro como fuera de la cancha y no hay problema. No pasa nada, nada. Él no habla español... y me enseñaron que todo lo que pasa adentro de la cancha queda adentro de la cancha y todo lo que pasa en un vestuario queda adentro del vestuario. De mí no va a salir algo de la intimidad», indicó el astro argentino. Por su parte, el delantero polaco declaró: «Fue un duelo interesante. Lo de Leo fue un mero hecho curioso. Intercambiamos algunas palabras, pero nada especial».