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"No me sentía bien por la calle": Miguel Lago revela los detonantes que le llevaron a la depresión y qué le ayudó a salir de esta

Así consiguió superar uno de los peores momentos de su vida

Profunda mente | Depresión con Bely Basarte, Miguel Lago y Gervasio Deferr

Madrid

La séptima entrega de Profunda Mente, el espacio de la Cadena SER en el que hablamos acerca de los problemas de salud mental que afectan a la sociedad junto a personalidades que han convivido con los mismos, ha girado en torno a la depresión. Un trastorno mental, cada vez más habitual a nivel global, que según la Organización Mundial de la Salud (OMS) afecta a al menos 322 millones de personas en todo el mundo. Un 18% más que hace una década, convirtiendo así a esta enfermedad en la principal causa de problemas de salud y discapacidad en todo el mundo. Para hablar acerca de esta enfermedad hemos charlado con tres personalidades que han hablado sin tapujos acerca de la depresión. Desde Gervasio Deferr hasta Bely Basarte.

Uno de ellos ha sido el humorista Miguel Lago, quien contaba el pasado mes de octubre a través de las redes sociales que le habían diagnosticado "trastorno ansioso depresivo" 8 meses atrás y que se acababa de tomar la última pastilla del tratamiento. Después de que Francino le preguntara si el humor le ayudó a sobrellevar una situación tan complicada como la que ha tenido que hacer frente a lo largo de este 2022, Lago ha reconocido que ha sido fundamental: "Cuando yo me voy de la televisión, yo sigo teniendo mi espectáculo cada semana en el Teatro Alcázar de Madrid y mi psicóloga, que me ayudó mucho, lo primero que no me quita es eso".

"Las redes sociales me hicieron confundir la realidad"

Bajo su punto de vista, el hecho de estar sobre el escenario era curativo para él: "Era como una isla en la que no hay depresión". El humorista recuerda que a mediados de febrero llegó a estar tan mal que su asistente pasó de recibirle cada fin de semana en el teatro a ir a buscarle hasta su casa en la sierra de Madrid: "Yo no me sentía bien en la calle, me sentía bien en la casa". Y no por el hecho de que la gente le dijera cosas al salir a la calle, sino porque reconoce que comenzó a recibir la visita de muchos fantasmas por culpa de las redes sociales: "Me hicieron confundir la realidad y pensar que lo que pasaba en el teléfono móvil pasaba en la calle".

Pero este no fue el único motivo que le llevó a la depresión. Según cuenta el humorista gallego, todo se debe a un cóctel de situaciones que se han producido durante estos dos últimos años: "Lo mío es una suma que viene de la pandemia, porque el teatro estaba siendo un desastre y y la tele se había convertido en un lugar de puro conflicto porque la sociedad se había polarizado. En el programa que trabajaba, que era de corte político, según el tema que trataras en las redes sociales era un rojo de mierda de 16 a 17 horas y puto facha de 17 a 18. Así todos los días durante un año y medio". Todo esto, unido que en esta época estaba sumido en un proceso de adopción que estuvo a punto de frustrarse varias veces, llevaron a Miguel Lago a tocar fondo: "Fue muy difícil. Yo he estado viendo a mi hijo dos años y medio cada viernes a través de un teléfono móvil. Yo conocí a un niño de dos años y recibí a uno de cuatro años y medio".

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Por lo tanto, el humorista reconoce que todos estos factores le llevaron a entrar en una depresión de la que acabó siendo tratado: "Todo eso sumado es un cóctel. Soy feliz en el teatro pero de lunes a viernes, con mis compañeros estaba bien pero me tenía que enfrentar a diario a un volquete de odio dentro de un caldero de mierda que es muy difícil de gestionar". Sin embargo, Lago pudo salir adelante gracias a un tratamiento y otra serie de factores que le vinieron muy bien. Entre ellos el momento en el que le dicen que finalmente pueden ir a buscar a su hijo y una conversación que mantuvo con Pablo Motos el pasado mes de abril: "La conversación me ayudó profundamente".

Durante esta conversación, el humorista recuerda que Pablo Motos le contó sus momentos de flaqueza y cómo se vencía al miedo: "Me miró a los ojos de una manera tan generosa y me acogió de una manera tan increíble que forma parte de la curación. De repente una conversación con alguien ajeno, que no forma de tu vida, que no te conoce, pero que por lo que sea produce una conexión y por lo que sea se produce una conexión y es curativo ese mensaje de amor que recibo.

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David Justo

(Astrabudua, 1991) Periodista especializado en...