"Yo perdía el control queriendo": Gervasio Deferr recuerda cómo fue su caída a los infiernos y lo que le ayudó a salir de la depresión

Madrid

Gervasio Deferr es uno de los deportistas más importantes de la historia del deporte español. Un atleta con una mentalidad robótica que tenía organizado cada uno de sus días al milímetro con el objetivo de superarse a diario y convertirse en el mejor del mundo en su disciplina. Algo que consiguió tanto en Sídney 2000 como en Atenas 2004, donde se colgó la medalla de oro en los distintos Juegos Olímpicos. Sin embargo, todo comenzó a torcerse a raíz de su retirada. Después de toda una vida medida hasta el milímetro, el atleta se encontró frente a una situación que no supo muy bien cómo afrontar: "Era dar un paso al precipicio".

A pesar de que reconoce que el evento de su retirada fue muy bonito y emocionante para él, todo comenzó a torcerse en el viaje de vuelta a Barcelona. Así lo cuenta en Profunda Mente, el espacio de la Cadena SER en la que tratamos algunas de los problemas de salud mental más recurrentes junto a personalidades que han pasado por este tipo de situaciones. En el mismo AVE en el que viajaba con su familia, Gervasio Deferr se enfadaba con todos sus seres queridos y les mandaba a la mierda. El atleta recuerda que había estado rodeado durante toda su carrera de psicólogos que le enseñaban a competir y a ser el mejor pero que ninguno de ellos estaba allí para gestionar los problemas que estaban naciendo dentro de él. Por esa misma razón, y aunque había ciertos factores que hacían pensar que podría acabar cayendo en los infiernos, nadie estuvo allí para impedirlo.

"No quería estar sereno. Quería estar colocado para no pensar"

El atleta recuerda que a los 15 años ya había intentado suicidarse. A raíz de la separación de sus padres, algo que sin duda alguna le marcaría para siempre, Gervasio Deferr reconocía que tocó fondo y que estuvo a punto de quitarse la vida: "Estaba tratando de matar a Gervi y construir ese Gervasio Deferr competitivo". Sin embargo, por aquella época era más vulnerable que nunca como consecuencia de todo lo que estaba viviendo en casa. Durante aquella época recuerda que su sensación no era la de querer morir sino la de que le daba igual si se acababa todo: "Por aquel entonces pensaba que si esta noche se me para el corazón no pasa nada".

A pesar de estos precedentes, nadie estuvo allí para ayudarle años más tarde cuando se terminó su etapa como deportista de élite. En un mar de dudas, pues no sabía qué iba a ser de su vida, Gervasio Deferr reconoce que comenzó a perder el control queriendo para evadirse de sus problemas: "No quería estar sereno. Quería estar colocado para no pensar". En concreto, el atleta decidió darse al alcohol y las drogas con el objetivo de evadirse de todo lo que estaba alrededor porque le aterraba vivir todo aquello: "Perdí tanto el control que un día mi madre casi se muere y yo no puede esta con ella". Por aquel entonces, su madre padeció un infarto y el no pudo estar con ella porque estaba en un estado que le impedía viajar a verla.

El momento en el que todo cambió

Una situación que, sin duda alguna, le ayudó a cambiar el chip y volver hacia arriba. Gervasio Deferr recuerda que ese fue el detonante que le llevó a ser consciente de todo lo que estaba pasando y cambiar sus rutinas: "Que tú te vayas a la mierda es una cosa, pero que se vaya la gente que más quieres y que tú no seas capaz de dejar esa cerveza a las 3 de la mañana sabiendo que a las seis tienes que ir a ver a tu madre y no puedes es otra". A raíz de esta situación, el atleta reconoce que tiene un problema y comienza a tratarse del mismo.

Por otro lado, una vez recuperado de estas adicciones, encuentra ese camino que tanto tiempo llevaba buscando. Una vez más, el deporte salió en su ayuda y le dio una segunda oportunidad como responsable de un centro deportivo en el barrio de la Mina, donde entrena a los más jóvenes de la región para que puedan llegar algún día hasta lo más alto.