Romelu Lukaku pudo vestirse de héroe de Bélgica este jueves ante Croacia, pero no tuvo su día de cara a la portería. El delantero del Inter de Milán falló cuatro goles cantados condenando a los suyos a caer eliminados del Mundial de Qatar tras este empate a cero donde solo les hacía falta un gol para pasar, lo que le hizo terminar el partido entre lágrimas. Recibió consuelo, sin éxito, de Thierry Henry, ayudante de Roberto Martínez, pero dejó una de las imágenes del Mundial dando un puñetazo al banquillo rompiendo parte del plástico que lo recubre. Lukaku es el máximo goleador de la historia de su selección con 68 dianas e igualado con Marc Wilmots como el jugador belga con más tantos en los Mundiales (5), pero en Qatar no pudo ampliar su registro. En el primer duelo no jugó, en el segundo ante Marruecos solo disputó unos minutos del final del encuentro y en este tercer (y último) saltó al terreno de juego tras el descanso. Lukaku llegaba lesionado a una concentración de los «diablos rojos» que saltó por los aires con los resultados que se dieron en la fase de grupos. Enfrentamientos internos, pullas en rueda de prensa y la dimisión de Roberto Martínez. Bélgica encontró en él una vía de escape para esos balones largos que ni Dries Mertens ni Leandro Trossard eran capaces de hacer buenos. Lukaku generó oportunidades, pero falló en lo más importante: de cara a portería. Estrelló un remate en un palo en el minuto 67 y tres más tarde cabeceó solo en el área, sin portero, y el balón se marchó alto, aunque, de haber acabado en gol se habría revisado si el esférico salió por completo del campo antes del pase de Kevin De Bruyne. Fueron sus dos primeras ocasiones, pero lo peor para él y para Bélgica estaba por llegar. Tras minutos de dudas, Lukaku tuvo otras dos oportunidades claras de gol. En la primera, tras un centro desde la derecha de Thomas Meunier, no remató bien y el balón se fue fuera. En la última, en el minuto 90, dio con el pecho al balón en el segundo palo, con toda la portería para él, sin poder rematar, y el guardameta Dominik Livakovic pudo atrapar sin problemas el esférico. Lukaku pagó su rabia con el banquillo. La prensa belga llora este viernes la eliminación de Bélgica del Mundial de Qatar y se despide de su «generación de oro», dando por acabado el ciclo de la Bélgica de estrellas como Eden Hazard o Kevin de Bruyne, que podrían seguir los pasos del ya exseleccionador Roberto Martínez. «Los Diablos eliminados, una pena y... gracias», titula una crónica el diario francófono «Le Soir», que ilustra su portada con una fotografía de Romelu Lukaku, que falló cuatro claras ocasiones de gol, cubriéndose la cabeza con la camiseta de la selección. «Lágrimas y rabia tras el peor Mundial desde Francia 1998», titula el diario flamenco De Standaard, que muestra en portada a Axel Witsel intentando consolar a un compañero, muy en línea con el también neerlandófono «De Morgen», que también elige una foto de los jugadores abatidos tras el fatal empate contra Croacia y señala a Bélgica como «la mayor decepción del Mundial». «Ninguno Diablo Rojo ha anunciado (aún) su retirada», publicaba en la noche del mismo jueves el diario DH Les Sports, que apuntaba a una probable salida de Toby Alderweireld y de Hazard y a la posible retirada internacional también de Jan Vertonghen, Lukaku y De Bruyne. El periódico «La Libre» también da por acabado un ciclo para los Diablos Rojos en «el país del oro negro» y señala que «Catar marca un inmenso cambio para el fútbol belga» mientras que la web de la emisora RTL destaca la «tristeza infinita» del torneo ilustrada un Lukaku que «se derrumba entre lágrimas». La radiotelevisión pública francófona RTBF, por su parte, se pregunta por el sucesor de Martínez en el banquillo de los Diablos Rojos y lanza posibles candidatos como Vincent Kompany, Philippe Clement o Thierry Henry.