La ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, ha declarado este domingo que las víctimas de la violencia machista «están hoy más tranquilas» con la puesta en marcha de la llamada ley del «solo sí es sí». A diferencia de las palabras de la ministra de Defensa, Margarita Robles, que dijo este sábado que estaban abiertos a modificar la ley si «hubiera lagunas en su aplicación», Maroto asegura que se necesita «un poco de tiempo» para que esta norma se despliegue y «veamos sus consecuencias». La ministra ha insistido en que la importancia de esta ley es «que está desarrollándose» y se le ha dado a la sociedad «un instrumento para que la violencia de género desaparezca». «Veremos cuáles son los siguientes pasos pero creo que hay que dejar a la ley caminar porque acaba de ponerse en marcha y para que se despliegue y veamos sus consecuencias necesitamos un poco de tiempo», ha solicitado la ministra al ser preguntada sobre una posible modificación de la nueva ley de Garantía de Libertad Sexual. En ese sentido, ha asegurado que la posición del Gobierno «es clara y unánime», para que la ley se desarrolle y «podamos desplegar todos los beneficios que tiene», argumentando que han creado una ley «que trata de proteger a las víctimas de la violencia de género». Por su parte, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha pedido derogar la ley y no solo ha amenazado con derogarla él mismo si llega a Moncloa, sino que se ha marcado como objetivo derogar casi una decena de leyes del Gobierno de Pedro Sánchez. La mayoría, normas con carácter social como la que regula la eutanasia, la ley de educación (más conocida como «Ley Celáa»), y otras que aún están en trámite parlamentario, entre ellas la llamada ley del «solo sí es sí», la ley del aborto o la ley Trans, estas tres últimas con el sello de Podemos. A ese paquete se suma la reforma del Código Penal que elimina el delito de sedición o la Ley de Memoria Democrática, que entró en vigor el pasado mes de octubre, y que el primer partido de la oposición criticó duramente por haberse pactado entre el PSOE y Bildu y ampliar hasta finales de 1983 el reconocimiento de víctimas de vulneración de derechos humanos. Los «populares» consideran que eso «cuestiona» la Transición y «reescribe la historia». Aparte de esas normas, hay otras muchas que el PP pretende reformar en profundidad si se aprueban en sus actuales términos, como la nueva Ley de Secretos Oficiales que reforma la vigente de 1968 o la Ley de Bienestar Animal. Además, los «populares» se comprometieron a cambiar la reforma laboral de Sánchez apostando por más flexibilidad y modernización y por introducir la llamada «mochila austriaca» (un fondo que el trabajador va acumulando y que se llevaría consigo en caso de despido). La portavoz de Podemos, Isa Serra, ha defendido este domingo, en Palma, que la ministra de Igualdad, Irene Montero, afirmara en el Congreso, que «las campañas del PP fomentan la llamada cultura de la violación, un concepto acuñado por el Movimiento Feminista en los años 70, para referirse a actitudes que banalizan la violación y culpan a las mujeres» y ha insistido en que la Ley del «sí es sí» «permite cambiar la cultura de la violación por la del consentimiento». Según ha expresado Isa Serra, en un acto de la ruta «La fuerza que transforma», «la última ofensiva contra el Ministerio de Igualdad, por parte de la derecha, no es solo contra esta Administración, sino contra los avances conseguidos por ella, junto con el Movimiento Feminista». Por este motivo, ha considerado «fundamental» que, tal y como hizo la ministra de Igualdad, Irene Montero, al decir que «las campañas del PP fomentan la cultura de la violación», se continúen nombrando estas estrategias que «culpan a las mujeres de la violencia que padecen»; así como se defiendan políticas como la Ley del «sí es sí» que «permiten cambiar la cultura de la violación por la del consentimiento».