La política errática de Feijóo empieza a pasarle factura
El tono que trajo de Galicia, como marca de la casa, parece que ha quedado sepultado por los decibelios adquiridos tras su llegada a Madrid
La política errática de Feijóo empieza a pasarle factura | La firma de Àngels Barceló
Empezamos la semana de los puentes, tres laborables y dos festivos intercalados que le dan a la semana un tono especial, medio festivo y en puertas, ahora ya sí, de la Navidad. Es una semana de hábitos extraños, de mucha gente en las calles o de huidas masivas intentando evitar, precisamente, eso. Los centros de las ciudades colapsados de forasteros que han huido de las suyas para rebosar las calles de otras donde los vecinos que quedan se han prometido encerrarse todos estos días.
La política errática de Feijóo empieza a pasarle factura
Pero sea el día que sea, nosotros vamos a estar aquí y hoy para contarles, entre otras cosas, que tenemos el barómetro que 40dB realiza para la SER y El País, y que pone de manifiesto que la ola sobre la que parecía surfear Alberto Núñez Feijóo, cuando asumió la presidencia del Partido Popular, ha perdido fuerza. Por primera vez desde mayo, que fue cuando Feijóo recibió el encargo de poner orden en el partido, los populares retroceden, pierden casi dos puntos respecto al mes anterior, mientras que el PSOE consigue su mejor resultado de todo este año y se produce una especie de empate técnico entre los dos. La ventaja del PP se diluye y ya solo le saca al PSOE tres décimas de diferencia.
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La política errática de Feijóo parece que empieza a pasarle factura, esto y el abandono del tono que trajo de Galicia como marca de la casa y que ha quedado sepultado por los decibelios adquiridos tras su llegada a Madrid. A medida que ha ido avanzando el tiempo, a medida que la economía, que era el caballo sobre el cual Feijóo debía llegar cabalgando hasta Moncloa, ha ido desmintiendo los pronósticos más apocalípticos, el presidente del PP ha ido adquiriendo un tono al que no estábamos acostumbrados. Discursos hiperbólicos, algunas o muchas medias verdades, algunas o muchas medias mentiras, y cambiando de argumento en función de cómo se mueve la actualidad.
El discurso de la economía no le fue bien, por propuestas equivocadas, como las bajadas de impuestos que quería copiar de la defenestrada Liz Truss, o por falta de propuestas, y en frente un Gobierno que, a pesar de algunos y sonados resbalones, ha ido adoptando una serie de medidas que objetivamente han funcionado, ha conseguido frenar la inflación, los datos del paro son buenos. Así que al PP solo le queda centrar su discurso en los compañeros de viaje de Pedro Sánchez, pero este es un argumento de patas muy cortas, porque lo que preocupa a la gente es lo que les afecta directamente a ellos. El resto solo sirve para el ruido que, habitualmente, solo escuchan los que ya están muy convencidos.
Àngels Barceló
Àngels Barceló dirige y presenta 'Hoy por hoy'...