La siniestralidad aumenta en las carreteras españolas: "Conducimos como vivimos"
Más drogas, alcohol y psicofármacos al volante, sumados a un parque móvil envejecido, la mezcla perfecta para incrementar los accidentes
La siniestralidad aumenta en las carreteras españolas: "Conducimos como vivimos"
Madrid
La vuelta total a la normalidad después de la pandemia del COVID ha dejado un aumento de la siniestralidad en las carreteras españolas. En lo que llevamos de año xxx personas han muerto en accidentes de tráfico, según los datos recogidos por la DGT. Esta cifra supone ya un incremento del 14% con respecto al año 2021, cuando hubo 1.004 fallecidos.
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Si comparamos la estadística con 2019, el último año completamente normal antes del confinamiento, la diferencia se dispara hasta un 41%. Este número es solo la recopilación de los accidentes que han tenido lugar en vías interurbanas con fallecidos durante las 24 horas posteriores al siniestro. Es decir, el cómputo total de muertos en accidente será aún mayor cuando se sumen las víctimas en zonas urbanas y después de las citadas 24 horas.
Consumo de sustancias y coches más viejos
En los últimos meses se han registrado, además de más siniestros, más delitos en carretera. "Conducimos como vivimos", dice Luis Montoro, catedrático de Seguridad Vial de la Universitat de Valencia, que asegura que después de la pandemia "tenemos prisa por recuperar el tiempo perdido". Eso ha producido un incremento de la velocidad, también más agresividad y nerviosismo al volante. Y esto va relacionado directamente con un aumento del consumo de alcohol, drogas y psicofármacos.
La mitad de las muertes en carretera el año pasado en España tenían como componente una mezcla de alcohol y otras drogas. La combinación más habitual es la de alcohol y cocaína, en un 49% de los positivos, seguido de la mezcla de alcohol y cannabis, con un 25%. Se suele pensar que este tipo de conductas se dan los fines de semana, en conductores que han salido de fiesta, pero ese no es el perfil más habitual. Más de la mitad de los accidentes en los que había consumo de sustancias fueron en días laborables.
A esto hay que sumar un incremento de la ingesta de psicofármacos. El número de conductores que se pone al volante después de tomar ansiolíticos o antidepresivos es ya del 11%. "Esto nos evidencia una vez más lo importante que es velar por la salud mental de la ciudadanía", aseguró hace unos meses la ministra de Justicia, Pilar Llop, al presentar los últimos datos de tráfico. Y es que el estado anímico después de la pandemia, sumado a la crisis económica que ha provocado la guerra de Ucrania, ha generado depresión, ansiedad y crisis nerviosas en muchas personas que toman este tipo de fármacos para sobrellevar esos problemas.
Otro factor importante es el envejecimiento del parque automovilístico. Los accidentes de turismos crecieron un 17%, y cada vez llevamos coches más antiguos. Al cierre de 2021, el último del que tenemos una radiografía completa, nuestro parque automovilístico tenía dos años más que la media europea. El intento de ahorrar lo máximo posible y también la falta de piezas durante la pandemia ha retrasado la renovación de vehículos.
Sonia Palomino
Redactora en los servicios informativos del fin...