La semana laboral de cuatro días deja de ser una utopía
"Tenemos que invitar a las empresas a innovar, porque el modo en el que nos organizamos no funciona. Los proyectos puestos en marcha son una manera de empezar a hablar y probar cosas nuevas", explica en Hora 25 de los negocios Joan Sanchis Muñoz, profesor de la UV.
La semana laboral de cuatro días deja de ser una utopía
Madrid
El Boletín Oficial del Estado ha publicado este viernes las condiciones para que las empresas industriales accedan a ayudas económicas si implantan a través de un proyecto del Ministerio de Industria la semana laboral de cuatro días. España no es el primer país en implementar este tipo de modelos que, según aseguran sus impulsores, solo tiene beneficios para empresas y empleados.
"El impacto depende del sector, del tipo de empresa... En general, los resultados son positivos en cuanto a mejora de la productividad o salud de los trabajadores", explica en Hora 25 de los negocios el profesor de la UV y autor del libro 'Cuatro días. Trabajar menos para vivir mejor', Joan Sanchis Muñoz. "Una de las cuestiones clave es la necesidad de transformar la organización: la manera en la que trabajamos, nos organizamos o fijamos objetivos", añade.
Para Sanchis, es necesario "invitar a las empresas a innovar" porque a su jucio "el modo en el que nos organizamos no funciona". Y es que que la productividad de la empresa española está por debajo de la media de la UE o el aumento de problemas de salud mental vinculados al terreno laboral, dejan entrever que el sistema actual tiene mucho que mejorar. En todo caso, habla de una transformación a medio y largo plazo y que debe ser acompañada por propuestas de la administración pública.
"Grandes multinacionales lo han hecho para mejorar productividad, otras porque están en una lucha por el talento... Creo que hay un escepticismo, pero es normal cuando pones tu dinero en juego", explica Sanchis.
Islandia y Reino Unido, pioneros
Proyectos similares al que ha lanzado el Ministerio de Industria han sido aprobados ya en otros países. Uno de los primeros en ensayar este modelo fue Islandia donde, entre 2015 y 2019, se aprobaron dos proyectos piloto para reducir la jornada semanal de 40 horas a 35. La productividad en su caso se mantuvo o aumentó y los trabajadores notaron una mejora general en su estado de ánimo.
Donde parece que no hay esa unanimidad es en Reino Unido. Allí unas 70 empresas con más de 3.000 empleados han ensayado este año la reducción de la joranda laboral y aunque la mitad asegura que su productividad ha aumentado, un 15% cree que su situación ha ido a peor.