Leo Messi ha hecho historia. De la forma más bonita jamás contada, con Argentina, en su quinto y último Mundial, en los penaltis y tras 36 años de sequía, el 10 consiguió el tricampeonato para La Albiceleste. Ha sido en Qatar, en uno de los mayores partidos y finales de la historia de los mundiales donde Messi se ha consagrado con el único título que le faltaba en sus vitrinas. Messi ha reeditado a Maradona, no sólo en el campo, sino también en las imágenes. Leo rogó al cielo en los penaltis. Fue en el último, el de Montiel, cuando Messi miró arriba de Lusail y le pidió a Maradona la suerte que cubriría de gloria a La Albiceleste. «Vamos Diego, desde el cielo», captaron las imágenes. El lateral del Sevilla marcó y se desató la celebración de Argentina, coronada como campeona del mundo. «Es una locura. Se hizo esperar y es lindo tenerla, la deseaba muchísimo. Sabía que Diego me la iba a regalar», expresó emocionado Messi a los medios. Tras levantar la Copa, se encadenaron las celebraciones de los futbolistas argentinos sobre el césped. Fue ahí, cuando se reeditó la icónica imagen de Maradona en México 86. Messi, en hombros del Kun Agüero, fue paseándose con la Copa frente a los hinchas argentinos que aún se congregaban en el estadio, como si de un dios se tratase. Y no es para menos. A Diego lo aupó Roberto Cejas, acercándolo al cielo al que llevó a Argentina. Hoy, el mismo Diego con el deseo a esa súplica, elevó a Messi al cielo al que el rosarino ha llevado a la selección. La iconicidad está impregnada a los éxitos de Argentina.