Hirokazu Koreeda: "La familia, ya sea consanguínea o creada por otros afectos, es solamente un recipiente"

San Sebastián

Pocos directores han explorado todos los recovecos de la familia como Hirokazu Koreeda. La familia como espejo de la sociedad, ya sea la familia dada, construida o disfuncional. En su cine todo parte de la familia para hablar de temas universales como el perdón, la redención, la esperanza, el dolor o las segundas oportunidades. "Dentro de la familia, lo que me interesa es de qué manera refleja lo que pasa en la política o lo que pasa en la sociedad", admite el maestro japonés durante una entrevista en el pasado Festival de San Sebastián. En 'Broker', su nueva película, la familia es elegida y por accidente. Una historia rocambolesca ambientada en Corea del Sur y que escribió en paralelo a 'Un asunto de familia', la obra con la que ganó la Palma de Oro en Cannes. "Para mí la familia, ya sea de relación sanguínea o creada por otros afectos, es solamente un recipiente. Lo que a mí me interesa es lo que pasa dentro de ese recipiente. Desde ese punto de vista, son películas por completo distintas. Aquí de lo que se trata principalmente es de ver de qué manera puede salir adelante la vida de alguien que acaba de nacer", explica. La vida de un bebé que su madre deposita en un buzón habilitado para los niños que son abandonados, una práctica asentada en Corea y que conoció por la prensa.

"Tanto en Un asunto de familia como en esta película, la idea parte de lo que te cuentan las noticias. A partir de ahí empiezo a pensar qué podría ser lo que no nos cuentan las noticias. Por ejemplo, si esta familia que se dedicaba al hurto lo hacía por mera supervivencia o había un motivo más. En el caso de Un asunto de familia, tenemos a un padre que quiere de alguna manera transmitir un legado a su hijo y como no tiene otra cosa que transmitirle, lo que le está enseñando es la manera de robar. En el caso de esta película tenemos una cosa parecida. Una mujer abandona a su hijo y todo el mundo lo primero que piensa es bueno, lo ha abandonado porque era una molestia. Y yo a partir de ahí empiezo a pensar, ¿y si hubiera otro motivo? Es de esta manera con lo que voy creando mis historias y presentando un contraste, a lo mejor esta persona que en principio veíamos tan mala, luego finalmente no es tan mala", defiende.

Koreeda es especialista precisamente en eso. En buscar la humanidad en cada uno de sus personajes para que el espectador acabe enamorándose de ellos. En esta ocasión lo hace superando conductas que a primera vista son reprochables, incluso delictivas, pero cuyo desarrollo te obliga, como mínimo, a acompañarlos en todo el viaje. "Inicialmente tenemos el coche donde van la mujer que ha abandonado a su hijo y los dos vendedores de niños. Por supuesto, yo creo que la venta de seres humanos, el tráfico de seres humanos, es un delito, es una cosa punible. Y por otra parte tenemos el coche donde van las policías. Al principio la sensación que el público tiene o que podemos tener ante esta historia es que estos son los buenos y estos son los malos. Pero según va avanzando la película, cada vez más esas líneas van confluyendo y ya no es blanco ni negro, sino que todo es una mezcla de grises, hasta el punto de que quizás las policías que van en el segundo coche tienen un carácter más cercano al negro que los delincuentes que van en el otro coche. Me gusta reflejar este tipo de contrastes".

En esa zona de confusión moral coloca el director al público para desafiar sus prejuicios. 'Broker' se abre con la escena en la que la joven madre abandona a su bebé en uno de esos buzones y dos hombres deciden que la mejor opción para el niño es buscarle una familia, es decir, venderlo en el mercado negro antes de que acabe en un orfanato. Hay una voluntad de hacer negocio pero también, como siempre en Koreeda, motivaciones más profundas e íntimas que vamos descubriendo. Uno de esos hombres es Song Kang-ho, el protagonista de 'Parásitos', quien lleva el peso de gran parte de la cinta y va moldeando nuestra visión de todo este embrollo. "El protagonista tiene un carácter muy luminoso, muy abierto, y de alguna manera el tono que él da a la película supera mi intencionalidad inicial, yo me he dejado llevar por ese carácter luminoso suyo", alaba Koreeda al actor, que ganó el premio a mejor intérprete en Cannes.

El autor de títulos como 'Nadie sabe', 'Still walking' y 'De tal padre, tal hijo' explica el pasado y presente de cada personaje, bucea en sus razones y argumentaciones, rebaja la carga dramática del caso y acaba ofreciendo una road movie que es la vez un drama humanista, una comedia de enredo y hasta un thriller policial. Una pareja de investigadoras sigue los pasos de la furgoneta en la que acaban los dos traficantes, la madre medio-arrepentida, el bebé y un niño descarado que se escapa de un orfanato. Esa es la nueva familia abierta a transformarse en otros tantos tipos de familia. "Cuando recibí la Palma de Oro en Cannes, Cate Blanchett dijo una frase que se me quedó grabada. Que mis películas eran sobre gente invisible. Ciertamente, a mí me gusta poner el foco sobre este tipo de personas, porque de alguna manera quiero que la sociedad se fije en cosas que de otra manera nadie se fijaría", argumenta sobre su capacidad para mirar a los márgenes de la sociedad, enfocar pequeñas historias y entender a cada personaje. "Antes era bastante frecuente la idea de que el crimen o la gente que comete este tipo de delitos lo hace llevada por las circunstancias, porque se encuentra en una situación de pobreza. Pero ahora la visión general que hay es que, bueno, si hay pobres que no delinquen y pueden vivir, el delinquir no tiene nada que ver con la pobreza, sino que es una opción personal. De alguna manera, a mí me gustaba seguir manteniendo la visión de que puede haber muchas circunstancias que te lleven al delito, de que no siempre todo está tan claro", insiste.

Querido por los festivales internacionales, habitual de Cannes y Venecia, las películas de Koreeda han sintonizado y emocionado al público europeo derribando cualquier barrera cultural. Con 'Broker' ha vuelto a pasar lo mismo, aunque la historia ha generado un debate distinto. ¿Es una película provida?, se han preguntado algunos críticos. "En ninguna de mis películas he dado nunca un mensaje político y además creo que es algo que no debe hacerse. En el momento en que das un mensaje político deja de ser cine para convertirse en propaganda. A la hora de hacer esta película, bueno, entre el equipo había gente proabortista y también gente antiabortista. Yo hablaba con mucha gente. No les preguntaba directamente su opinión sobre el tema, sino sobre cómo se veía en Corea el tema de los buzones de bebés. Hay quien opinaba que esto lo único que hacía era aumentar la irresponsabilidad de las madres, permitir el capricho de que cuando me molesta, lo abandono. Y hay quien opinaba que este sistema lo que hace es salvar dos vidas, la de la madre y la del niño. Lo que a mí no me interesa es dar una visión única de las cosas", responde de primeras. Y sigue. "No sé exactamente la imagen que tendrán de mí en Europa o en el extranjero. Lo que sí que es verdad después de ir a muchos festivales es que te das cuenta de que en general el público y la crítica entienden muy bien mis películas y muchas veces me hacen darme cuenta de cosas que estaban ahí de manera inconsciente. Por ejemplo, en esta ocasión me llama mucho la atención que sobre todo en España todo el mundo me pregunta por la relación del aborto con esta última película. Pero en Japón es un tema que no ha salido ni una sola vez y que nadie se lo ha planteado. Este tipo de contrastes me interesan mucho ¿Por qué en este país esto se ve así y en nuestro país se ve de otra manera?", se cuestiona.

Esa es una de las preguntas que más respondió a su paso por San Sebastián. Tanto que al final le sirvió para elaborar una posible teoría sobre las distintas percepciones del caso en España, Corea del Sur y Japón. "Yo en mis películas nunca digo mi propia opinión sobre las cosas, pero a mí me parece que el aborto es una cuestión que deben decidir las mujeres y que nosotros no podemos entrar ahí sobre si se debe o no se debe abortar. Lo que sí creo en el caso de Corea del Sur es que en este asunto de los buzones de bebés hay un trasfondo religioso. Corea del Sur es un país donde hasta hace diez años estaba prohibido el aborto y que tiene mucha influencia del cristianismo. Entonces, de alguna manera, también está muy favorecido el sistema de adopción. Todo esto es completamente diferente de Japón. Entonces por eso en Corea hay diez veces más de bebés que van a parar a este tipo de buzones, porque es más fácil adoptar y porque todavía hay mucha resistencia a abortar a pesar de que ahora sea legal. En Japón es posible que haya otro trasfondos religiosos distintos, pero el caso es que este sistema no termina de avanzar. Hay muchas opiniones en cuanto a estos buzones de bebés, si pueden servir para salvar vidas o de alguna manera para reducir el número de abortos. Pero, como digo, a mí lo que me interesaba era presentar todo tipo de puntos de vista".

Con su cine, Koreeda se ha erigido en uno de los grandes retratistas de la sociedad japonesa. De sus costumbres, sus dilemas y, por supuesto, de sus familias como núcleo de convivencia. Con 'Broker' es la segunda vez que sale de su país, aunque esta vez no se ha ido muy lejos. La anterior fue en 2019 con 'La verdad', propuesta en francés más melodramática y ligera que protagonizaron Juliette Binoche y Catherine Deneuve. "Más bien me lo tomo como un experimento. El ver si realmente hay una japonesidad en la manera de hacer las cosas y si en una película como La verdad, a pesar de ser francesa, se nota en algo que está hecha por un japonés. Y si es algo, qué es ese algo. Si esta película la firmo yo, ¿parece hecha por un japonés o se puede tomar por una película coreana?", se interroga él mismo sobre su cine y su estilo. Una forma de mirar al mundo y una sensibilidad que han llevado a muchos a apodarle el 'Spielberg japonés'. "No creo que tengamos demasiados puntos en común. Si acaso a él también le gustan las historias sobre huérfanos o sobre gente que de alguna manera ha sido abandonada por la sociedad. Quizá podría ser este el punto en común. En cuanto el remake de Un asunto de familia, el contrato con Dreamworks ya expiró y ahora se está intentando hacer con otra compañía. Pero la verdad es que no sé si finalmente se llegará a hacer la película", concluye sobre la posibilidad del remake americano de su obra más reconocida hasta la fecha.