Navidumbre

Madrid

La palabra de hoy no la encontrarán nuestros oyentes en el diccionario. Se la ha inventado nuestro psiquiatra, Jesús de la Gándara, y devenga derechos de autor. Con ella pretende nombrar la sensación que sufren quienes viven la navidad como una pesada carga, la construye a partir de navidad y pesadumbre, y al neologismo no podemos encontrarle un pero. Porque esa fusión de palabras o de lexemas es una herramienta muy eficaz para crear nuevas palabras en nuestro idioma.

Hace unos años la RAE introdujo en el diccionario la palabra amigovio, por ejemplo, para definir esa relación entre la amistad y el noviazgo. No se atrevió con follamigo. Y entre las 300 palabras o nuevas acepciones que los académicos incorporan desde hoy al diccionario encontramos conspiranoia, que nombra la tendencia de quienes ven en todo una conspiración; portuñol, ese habla a caballo entre el portugués y el español; micromachismo, para nombrar cada pequeño gesto que delata machismo; mamitis, ese excesivo apego a la madre; copiota, para referirnos despectivamente a quien tiene la despreciable costumbre de copiar; o edadismo, discriminación por razón de edad. Así que, con estas referencias, navidumbre podría entrar en el diccionario sin problemas. Y si hay que hacer fuerza, no le faltarán a Jesús gandarianos o gandaristas que lo apoyen.