Es difícil salir victorioso si no hay contra quién
La palabra victoria esconde siempre una derrota, algo que no ocurre con la palabra triunfo. Uno puede triunfar sin vencer a nadie
Es difícil salir victorioso si no hay contra quién
Con la palabra victoria tengo mis reservas. No sé como decir que es más fea que la palabra triunfo. Y que la palabra victoria esconde siempre una derrota. Eso no ocurre con la palabra triunfo. Uno puede triunfar sin vencer a nadie, pero es difícil salir victorioso si no hay contra algo, contra quién. También se puede obtener una victoria en cosas necesarias: en favor de la democracia, contra la enfermedad, ganarle al miedo, vencer al desánimo... Cuando era niño estaba especializado en ver las victorias de los de otro equipo. Siempre jugaba en los equipos peores (de fútbol o de baloncesto), no por malas decisiones, sino porque eran en los únicos donde me hacían sitio. Creo que ganamos una vez con ocho o 10 años contra un equipo aún menor que el nuestro (en edad y en número) y esa victoria aún la recordábamos en la Universidad.
Más información
Luego hay dos Victorias que me gustan. Una es la escritora y editora argentina Victoria Ocampo. La otra, la filósofa Victoria Camps. En el caso de Ocampo impulsó la revista 'Sur' en Buenos Aires y entre otras muchas tiene ideas estupendas, como esta: "Los años me han enseñado que no se convence más que a los convencidos". Esa es una victoria, la de convencer a los convencidos, muy escasa, muy pobre. Y se parece mucho a lo que también ocurre hoy: se habla para reafirmar a los que esperan que digas lo que ya saben. Es la victoria de la idea única y la derrota de la contradicción, de la duda.
Pero de todas las victorias de las que sé algo hay una que desde que la vi por primera vez me entusiasmó: la Victoria de Samotracia. Ese posible mascarón de proa, una escultura griega alada, sin cabeza ni brazos, que está en el Museo del Louvre, en París. Si te pones delante es una máquina de achicar leyenda, misterios.
Aloja algo apasionado. No sé decir qué, pero tiene que ver con una potencia enigmática. Es tremendo lo que algunas piedras son capaces de mover en quien las contempla. Rilke dijo que era "la recreación del viento griego". No está mal: el viento griego.
Antonio Lucas
Antonio Lucas es poeta y periodista en El Mundo....