María Hervás y Elvira Navarro: maternidad, dramas y la memoria del trauma que heredamos

Hay nanas que consuelan, hay canciones de cuna que nos alertan, duérmete niño que viene el coco, y hay canciones como con la que empezamos el programa, «No cierres los ojos, niño» de Manuel Alejandro para Rocío Jurado, que expresan el terror de una madre al sueño eterno de un hijo. De todo esto, de la muerte, del duelo, de la memoria y de todo lo que heredamos a través de las voces -a veces en sueños- hablamos con la actriz María Hervás y con la escritora Elvira Navarro. Yerma, como les adelantamos en noviembre, es la primera producción propia de una obra de Lorca que realiza el Teatro Lliure. La dirige Juan Carlos Martel Bayod y se ha estrenado con éxito de crítica y público en Barcelona. Ahora llega al Centro Dramático Nacional con todas las entradas agotadas, no queda ni una. Ha sido la obra con más público joven en la historia del Lliure. María Hervás, su protagonista, se emociona con el abrazo intergeneracional que -dice- se produce en cada función. Yerma es mucho más que el drama de una mujer que no puede tener hijos, ¿pero cómo es esta Yerma del Siglo XXI, en qué llagas mete el dedo? Hablamos de todo ello con Hervás en esta entrevista que puedes ver en vídeo: Yerma es una canción de cuna y las nanas, musicalizadas por Raül Refree, son el hilo conductor de la obra. Son nanas trágicas, con unas letras oscuras, que siempre advierten de la tragedia. Algo tiene de esto la literatura de Elvira Navarro. «La isla de los conejos», su último libro, es un conjunto de cuentos perturbadores, para no dormir. Navarro regresa dos años después con «Las voces de Adriana», también en Random House. A Adriana aún le duele la muerte de su madre y de su abuela, cuando a su padre le da un ictus. Es una novela sobre las relaciones familiares, los afectos y la lealtad, dividida en tres movimientos: El padre, La casa y Las voces. «Las voces de Adriana» parte de una experiencia autobiográfica y a su autora le interesaba el tema de la muerte, «el terror ante la desaparición de los demás, de esos demás que están muy cerca de ti y que de alguna manera son como heraldos de tu propia muerte y por eso mismo de uno mismo». En la segunda parte la casa es la protagonista. Es un regreso a la casa de su infancia, la de su abuela, esas casas con tanta historia, tantos secretos y tragedias que esconden sus habitaciones. Casas que cobran vida a través de todos los que las han habitado. Y llegamos a Las voces, tercera parte de la novela y la más importante, la que primero escribió Elvira Navarro y de la que brota la historia que la precede. Las voces son las de la abuela, la madre y la hija, tres generaciones de mujeres de una misma familia y todo lo que heredamos de nuestros antepasados. «La memoria del trauma es muy fuerte, pervive a lo largo de varias generaciones, la memoria del trauma y la del dolor, todos esos hechos trágicos que sucedieron». La memoria del trauma, la guerra y los miedos que heredamos. Todo esto lo recoge también Keum Suk Gendry-Kim en su última novela, «La Espera», en Reservoir Books. La ilustradora coreana sigue dibujando la historia y las historias de Corea en el Siglo XX. Es una obra coral, llena de voces como las de Adriana, y protagonizada por mujeres. La Espera nos cuenta la Guerra de 1950, la partición del país en dos Coreas, que separó a familias enteras, a uno y otro lado de una frontera infranqueabe. La novela gráfica está creada a partir de las entrevistas que Keum Suk realizó a toda una generación de coreanos, entre ellos su madre, que siguen aguardando un ansiado reencuentro. «Es un ejemplo de cómo una historia personal, la de mis padres, puede ser universal». «Corea es un país técnicamente en guerra -advierte la autora en una rueda de prensa- aunque muchos, sobre todo los jóvenes, no sean conscientes de ello o crean que es algo que les pilla lejos de sus preocupaciones». Keum Suk es surcoreana y para conocer mejor Corea del Norte, les recomendamos el libro de las periodistas Sara Romero y Macarena Vidal: «El país más feliz del mundo. Corea del Norte bajo el puño de hierro de Kim Jong-un». En la editorial Península. Romero y Vidal han visitado en varias ocasiones ese país tan hermético y nos ayudan a conocerlo mejor, a romper estereotipos. Las autoras consideran complicado ese reencuentro que anhela Keum Suk. Cada vez hay menos disidencia, como advertía la ilustradora, falta interés en las nuevas generaciones, es muy complicado huir del país, como leemos en este libro y hay muchos intereses geopolíticos y económicos cruzados. «Alerta de emergencia. Europa contra Europa. Busque refugio lo antes posible». Siete jóvenes de diversas nacionalidades se reúnen en el París de 2023 con motivo de un encuentro juvenil europeo. Y estalla la guerra. Es lo que plantea Carlos Be, que acaba de estrenar en el Círculo de Bellas Artes de Madrid «War and love», guerra y amor, inspirada en «Guerra y paz» de Tolstoi. Dice Carlos Be que la guerra es el estado natural del hombre y que la paz no es más que de ese estado natural, la paz es el tiempo en el que preparamos la siguiente guerra. Así que él, autor del texto, considera que es el amor la herramienta con la que hacer frente a la guerra. José Luis Arellano dirige a LaJoven compañía de teatro. Jóvenes hablando de jóvenes y de sus problemas en la sociedad de hoy. Y esa pregunta que nos plantea: ¿cómo ser un pacifista en un país en guerra? Y nos despedimos recomendando «Electra», el primer estreno del año del Teatro de La Abadía, que dirige Juan Mayorga. Este texto de Sófocles es una tragedia que dirige por Fernanda Orazi. Un texto sobre la continuidad de la violencia y la dificultad del perdón, que se hace esta pregunta: ¿qué es lo trágico?