La declaración de intenciones oculta (o no tanto) en el primer disco de Quevedo
El cantante publica su primer álbum, 'Donde quiero estar', meses después de su gran éxito junto a Bizarrap y, en una de sus canciones deja un mensaje que, de cumplirse, lamentarán muchos fans
Madrid
"Lo soñé hace 10 años ,en la O11, soñé que todos los que iban en la guagua conmigo iban escuchando a un artista canario. Soñé que esa noche en el parking entre Ñengo y Coscu sonaban voces familiares en los altavoces. Que estábamos en la radio, en el puto hilo musical del Hiper Dino, en los tonos de llamada de las madres yendo a buscar a los niños al colegio, en los tiempos muertos del basket, que artistas de las islas subían a Facebook discos de oro, números uno y que un canario sacaba el disco del año", con esa premonición comienza el disco de Quevedo, uno de los más esperamos del año después de que Quédate se convirtiera en éxito mundial en 2022 gracias a la varita mágica de Bizarrap. Cuando eso sucedió Quevedo era un gran desconocido. Un chico canario de 20 años que no tenía ni un disco y que de repente superó (con creces) en búsquedas en internet al escritor del siglo de Oro.
Cuando ocurre algo así, la presión que siente el artista ante un nuevo trabajo se puede convertir en una losa. Quevedo, a pesar de su juventud, siempre ha transmitido que no tiene ninguna intención de precipitarse ni unas ganas incontrolables de exponerse. Pese a que lo suyo sea el reguetón y el trap, el ego parece no ir con él y mucho de eso lo refleja en las canciones de su primer disco. "No se me olvidan mis raíces ni todos esos días felices" (Donde quiero estar), "el dinero no me pone contento" (Ahora qué) o "Estoy perdido en el club buscando dónde respirar bien" (Sin señal), va cantando, entre guiños constantes a su tierra y a sus amantes. Porque, aunque el amor y el sexo son los protagonistas de este trabajo, también deja claras sus intenciones de presente... y de futuro: "2021, sembrar; 2022, recoger; 2023, coronar y 2024, desaparecer", dice en Ahora qué, apuntando a una posible retirada el año que viene.
La sorpresa de Omar Montes
El disco no va a sorprender en cuanto a sonido: va bien de autotune, y de bases de reguetón y rap pop. Cuenta con 16 canciones y cuatro de ellas ya se habían publicado hace tiempo. De hecho, una de ellas acumula ya casi 200 millones de reproducciones en Spotify, una cifra abrumadora pero lejos de los casi 1.000 millones que acumula ya Quédate. Uno de los tema que ya se habían publicado hace tiempo era Punto G pero, a la hora de meterlo en el disco, ha decidido cambiar una parte para salvar las acusaciones de plagio que le acechaban por utilizar una parte de una canción con el mismo título de Brytiago. Lo que para Quevedo era un pequeño homenaje a uno de sus temas preferidos en la adolescencia, para el artista puertorriqueño era una usurpación sin permiso. Así que ha querido evitar posibles problemas legales y ha eliminado esa parte, para decepción de algunos.
Una de las sorpresas del disco es la colaboración de Omar Montes en el tema Dame aunque la amistad de ambos viene de largo y hace unos meses se filtró una canción juntos y Quevedo acabó adelantando un trocito en sus redes sociales.
También hay quien se ha fijado en el gran parecido entre la portada del disco de Quevedo y el del álbum Nothing Was the Same de Drake.
Una película que se desarrolla en Canarias
En un mundo dominado por la imagen, la música cada vez cuida más los videoclips y, cuando hay presupuesto, no se escatima en hacer vídeos de cada tema, normalmente, con un hilo conductor. Ya lo hizo Bad Bunny el año pasado con esos vídeos en 360º con amigos desde la playa de Añasco, en Puerto Rico. Quevedo no ha querido ser menos. Su disco se convierte en película con la serie de vídeos que ha publicado al mismo tiempo que el álbum. Todos están grabados en su tierra querida, Gran Canaria, para "contar la isla a través de Pedro y Pedro a través de la isla".
Elisa Muñoz
Periodista en Cadena SER desde 2008. Primero en programas como 'La Ventana', 'Hoy por Hoy Madrid' o...