El Real Madrid toma San Mamés y mantiene el pulso del Barça

El Real Madrid ha despejado los fantasmas. No las dudas que el Ahtletic exhibió por momentos. Pero sí que es ese equipo contundente que gestiona los partidos hasta matarlos en cuanto puede. Con la segunda unidad luciendo meritocracia (Nacho, Camavinga , Ceballos y Asensio), Ancelotti solventó una salida dura que lo mantiene a tres del líder, el Barça. Benzema primero y después Kroos, cuando el Athletic empujaba por el empate, resolvieron (0-2).

El Athletic arranca, el Madrid responde

Ancelotti recompensó con la titularidad a los dos que acudieron a su llamada de auxilio en la Copa, Asensio y Ceballos. El técnico italiano dejó en el banquillo a Kroos y Modric, dando cabida a la imberbe camada blanca (Camavinga-Valverde-Ceballos) en San Mamés. No le tembló el pulso con el Barça marcando el paso a seis puntos. Valverde carecía de su margen de maniobra. Con la lesión de Íñigo Martínez y la sanción a Yeray por su expulsión en el Reale Arena, el Txingurri se vio obligado a sacar al aún cachorro Aitor Paredes como acompañante de Vivan en el eje de la zaga, dándole así su primera titular como león.

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El Athletic salió encendido, alentado por el fuego que desprende San Mamés en noches como esta. La presión bilbaína se orientaba sobre el eslabón débil del Real Madrid en defensa, el izquierdo compuesto por Rüdiger y Mendy. Los errores de uno y otro, en salida de balón y en defensa de los espacios, alimentaron a los Williams, que explotaron las debilidades de uno y otro al espacio. A su favor jugaba su compañía, con Militao y Nacho apagando fuegos y secando toda mecha que los leones buscaban prender; y Courtois, que para siempre la primera. Aitor Paredes tuvo en su cabeza el 1-0 con un cabezazo cruzado que el belga sacó con una estirada en las que se lucen sus dos metros. Nico Williams, centelleante en cada arrancada, sacó un caño a Camavinga antes de soltar el balón con una curva que salió lamiendo el palo.

Tres puntos sin brillo, pero con contundencia

El Athletic empujaba, pero fue perdiendo alcance y minimizándose hasta el centro lateral que el Madrid una y otra vez dominaba. Los de Ancelotti fueron tomándole el pulso al partido, calentando la maquinaria enlazando acciones de cada vez más valor. De las internadas de Nacho, que hace absolutamente de todo lo que se le puede pedir a un lateral, a como Camavinga y Ceballos conectaban en medio campo. Avisó Benzema, aún en frío desde su Balón de Oro, y respondió a los 24 minutos enganchando una volea a la media vuelta que culminaba una jugada de acordeón (0-1). La asistencia, de Asensio, que ganó la disputa de cabeza. El francés castigó la juventud de los dos centrales del Athletic, que contemplaron su dominio de los espacios desde la primera fila.

El Athletic perdió terreno tras el gol. No lo recuperó hasta la vuelta de vestuarios, donde salió con las baterías recargadas, pero sin el olfato ni el colmillo necesarios para hincar el diente al Madrid. Los blancos amenazaban en cada arrancada. Nacho, impacable ante Berenguer, también tenía gasolina para pisar área, recoger un balón dividido y probar a Unai Simón. El canterano volvió a lucir como lo que es y siempre ha sido: un seguro, un jerarca, un luchador y un perseverante modélico. Cerca también se quedó Asensio, que cruzó demasiado el disparo frente a Unai.

El 'efecto descanso' desapareció en el Athletic hasta que Valverde agitó la coctelera de los cambios. Herrera, Guruzeta, Muniain y Lekue impulsaron al equipo hasta aprisionar otra vez al Real Madrid en su campo. El equipo fue valiente, pero le faltó puntería. Una cascada de córners (12) desembocaron en un gol en fuera de juego de Iñaki Williams. También falló su hermano Nico cuando recibió un centro con todo a favor dentro del área mientras Vinicius se encendía como de costumbre. El brasileño tuvo que ser retirado por Ancelotti ante el peligro que siempre le engloba cuando entra en 'sus partidos'. Le dieron y también dio y es que se jugó la roja con un pisotón que fue saldado con tarjeta. La no pegada que tuvo el Athletic la suplió enmendó un jugador vestido de blanco en el descuento. Nada más entrar, Toni Kroos llegó a la frontal para recoger la asistencia de Rodrygo y escupir su habitual pase a la red para poner la sentencia en San Mamés y culminar así la resistencia a la que se vieron obligados a acudir. El Real Madrid deja atrás la caída de la Supercopa levantándose con dos victorias en La Cerámica y La Catedral en una semana, dos escenarios de los que sale con más confianza de la que llegó. El siguiente reto, el derbi de Copa del jueves, será otra prueba de fuego, aunque a estas alturas no haya cita que no sea decisiva.