Un coche de juguete y una película, claves para la detención de uno de los pederastas más peligrosos del último lustro

La Policía Nacional no había visto nada igual desde la detención en 2018 del conocido como el demonio de Colmenar de Oreja, otro peligroso criminal que retransmitía sus violaciones en streaming. Cinco años después, la Policía Nacional ha conseguido enviar a prisión a otro de los pederastas más peligrosos del último lustro. El arrestado, que actuaba en Sant Pere de Ribes (Barcelona) se dedicaba a grabar con el móvil a los niños mientras abusaba de ellos. Lo hacía siempre ocultando su rostro, después subía todo el material a la dark web, volcando todos los vídeos en foros que eran utilizados por pedófilos de todo el mundo. La investigación comenzó cuando los agentes de la Policía Nacional localizaron imágenes de niños, que podrían haber sido grabadas en España. Tras analizar los comportamientos y los escenarios de los archivos investigados, quedó acreditado que había sido grabados en nuestro país por una persona de habla española. La operación se precipitó en cuanto los agentes tuvieron constancia de que este criminal podría estar teniendo contacto en la actualidad con otros menores. El grupo I de la Sección de protección al menor (PRM) de la Policía Nacional ha movido cielo y tierra para salvar a las víctimas, el objetivo prioritario, y por supuesto, localizar y detener a este criminal. Pero no ha sido nada sencillo, cuidaba mucho sus pasos para no ser detectado. Era escrupuloso y muy minucioso. Los agentes han tenido que recurrir a técnicas de reconocimiento de imagen, a herramientas de rastreo de fuentes abiertas y a la inteligencia policial para poder obtener la verdadera identidad del investigado debido a las fuertes medidas de seguridad que adoptaba. Pero le han cazado el pasado 11 de enero gracias a un error. El éxito de la operación surgió del análisis de una fotografía. Se veía más de lo que este criminal imaginaba. En la imagen, a través de una ventana, se observaba un pequeño rincón del exterior de la calle. Ese minúsculo detalle, permitió a los agentes determinar el punto geográfico exacto donde habían sido tomadas esas fotos, así como el apartamento desde el que se había realizado, todo se ubicaba en en el entorno de Sant Pere. Los agentes identificaron en las imágenes un coche de policía municipal de juguete y la película El Clan de los Rompehuesos que estaba con doblaje en español. Ha sido allí donde han conseguido detener a este pedófilo, gracias también a la cooperación de la policía internacional, que ha sido decisiva en el desarrollo de la investigación, por el trabajo tanto de los agentes de Queensland (Australia), como del Grupo de Delitos contra Menores de la Interpol y de la policía local de Sant Pere de Ribes. Hasta el momento han conseguido identificar a seis víctimas, dos de ellas de 3 y 7 años, una tercera de edad similar sufrió diversos tocamientos; otras dos de 8 y 10 años. El detenido fue monitor de menores en diferentes clubes de fútbol de la zona por lo que no se descarta que localicen nuevas víctimas, de ahí que la investigación continúe abierta. Durante los registros en el domicilio de este criminal, le han intervenido 4 discos duros, 3 tarjetas de memoria, un móvil y una cámara. Según los investigadores, este depredador sexual llevaba agrediendo sexualmente desde 2016.

Un coche de juguete y una película, claves para la detención de uno de los pederastas más peligrosos del último lustro

El arrestado, un antiguo monitor de fútbol de 41 años que trabajaba como repartidor, agredió sexualmente a seis niños de entre 3 y 10 años, todos de su propio entorno. Ha sido detenido en Sant Pere de Ribes (Barcelona)

Javier Bañuelos

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