La técnica Wagner que preocupa en Ucrania

Madrid

Yevgeny Prigozhin es un oligarca ruso y se ha convertido en un contratista militar privado, es decir, él ofrece soldados al gobierno de Putin, para que luchen en primera línea. Y estos combatientes se han convertido en los luchadores que mueren en el campo de batalla, pero por los que nadie protesta ni nadie pregunta. Muchos son presos, a los que han garantizado la libertad, a cambio de que vayan a luchar al frente y por un buen sueldo, incluso superior a los militares rusos. Según un informe de los servicios secretos ucranianos, al que ha tenido acceso la CNN.

Con fecha de diciembre, dice que estos combatientes se han convertido en una gran amenaza porque aunque sufran bajas importantes, no afecta a la sociedad rusa. Los grupos de asalto Wagner no se retiran si no reciben la orden, la retirada no autorizada de un equipo o sin resultar herido, supone la ejecución inmediata.

Los servicios secretos ucranianos, han interceptado conversaciones telefónicas, que muestran una actitud despiadada en el campo de batalla. En una de esas grabaciones, se escucha a un soldado hablar de otro que intentó rendirse a los ucranianos y cuenta como los wagnerianos lo atraparon y le cortaron las malditas bolas (sic)

El propio oligarca Prigozhin dice que sus heridos en el campo de batalla, tienen que esperar hasta que se den las condiciones para rescatarlos. Estos combatientes, frente a un ejército ruso mal entrenado y poco profesional, se han convertido en la única línea efectiva de los rusos en el campo de batalla.

Esas mismas conversaciones telefónicas, desvelan que soldados rusos regulares, están pensando en pasarse a Wagner, porque luchan mejor y cobran más. Wagner despliega sus fuerzas en grupo móviles de doce soldados o menos, usando granadas propulsadas por cohetes, las conocidas como RPG, y explotando los drones inteligentes en tiempo real, tácticas que se han desvelado como un elemento clave en las últimas victorias rusas.

Además cuentan con equipos de comunicaciones no detectables fabricados por Motorola, aunque esta compañía dice que suspendió todas las ventas de productos a Rusia al principio de la invasión, y cerró sus operaciones allí.

Los soldados Wagner, son la mayoría convictos, y estos son los que forman la primera ola en un ataque y también son los que sufren las mayores bajas, hasta un 80%. Les siguen combatientes profesionales, con imágenes térmicas y equipos de visión nocturna.

Los ucranianos tratan de usar sus drones para evitar que sus trincheras sean localizadas. En el documento de inteligencia que cita la CNN hablan de un dron que detectó a un grupo Wagner que se movía, lo que permitió a las defensas ucranianas eliminarlo antes de que sus tropas pudieran disparar contra ello. Si los combatientes del bando ruso logran tomar una posición, luego reciben el apoyo de la artillería del ejército regular, que les permite cavar trincheras y ya consolidan el territorio ganado. Prigzhin, dice que sus combatientes han sido los que ganaron Soledar, una localidad que estuvo entre los dos bandos durante semanas, y que se convirtió en el primer asentamiento recuperado por los rusos en meses. En la recuperación de este pueblo, solo participaron combatientes de Wagner.

Mientras el ejército ruso cada vez va a peor, los combatientes Wagner, mejoran sustancialmente, y siguen recibiendo recursos del gobierno de Putin. También dicen los americanos, que Corea del Norte les está pasando armamento, consistente en misiles de infantería. El oligarca que creó este ejército de combatientes, también se deja ver en el campo de batalla de modo habitual, y arenga a sus tropas con frases lapidarias como “es el ejército más experimentado del mundo en la actualidad”. Algunos comparan a Prigozhin con el Rasputín de los zares, comparación que no le ha hecho mucha gracia.