El suicidio no puede convertirse en una alternativa aceptable

La realidad, la vida en definitiva, nos visitó ayer en este estudio en forma de testimonio de una psicóloga clínica que nos contó la situación de la sanidad pública ante una epidemia silenciosa que cada vez afecta a más gente. Ella era Belén Hernández, leímos la carta que envió a El País contando la situación de un chico que acudió a la sanidad pública y salió de su centro de salud con una receta de ansiolíticos y una cita para el psicólogo para dentro de un año. Un año. Aquí, ella nos contó cómo se enteró del caso por una amiga del chico, cómo ella le atiende de manera gratuita, porque a él, a pesar de tener un trabajo y un sueldo, no le llega para poder pagarle. Y nos contó cómo a la depresión que sufre el muchacho se suma la angustia por no poder pagarle. Ella está pendiente de él las 24 horas del día porque su situación puede acabar en suicidio.

Así de cruda es la realidad, es la vida, para mucha gente que no encuentra en los servicios públicos la respuesta que necesita, y literalmente les va la vida en ello. Nos dijo Belén que le gustaría que los políticos pudieran mirar, sin ser vistos, una de sus jornadas de trabajo, que pudieran ver y escuchar lo que ella ve y escucha a diario, a ver si así hacían algo para dotar de recursos a la sanidad. Bueno, pues ayer, la salud mental, volvió a entrar en el debate político en el Congreso de los Diputados. Lo volvió a sacar Íñigo Errejón, el mismo que por primera vez habló en la cámara de este tema. Bueno, quizás no era la primera vez, pero ese día resulta que nos fijamos porque desde la bancada popular alguien le gritó, "vete al médico". Es posible que ni siquiera los medios hubiésemos prestado atención a las palabras de Errejón si no hubiera sido por el exabrupto que obtuvo como respuesta.

El líder de Más País volvió ayer a reclamar la atención, la imprescindible atención, a un asunto que, como hasta hace poco pertenecía al terreno de lo íntimo, del estigma, del miedo, no sabíamos de su importancia. Cuando hablamos del desmantelamiento de la sanidad, no solo hablamos de la atención primaria, de las listas de espera, de las citas postergadas, estamos hablando también de los efectos que tiene en personas que no pueden esperar a que se les atiendan, que no pueden pagarse un psicólogo privado porque, como decía Belén, el suicidio se convierte en una alternativa aceptable.

En este país se suicidan once personas cada día. Hay que hacer algo y hacerlo ya. Errejón decía ayer que los ansiolíticos no pueden sustituir lo que debería hacer la política. En España somos líderes en el consumo de ansiolíticos. Con esto, está todo dicho.

José Luis Ayllón, exdirector del gabinete de Rajoy: "Mi agradecimiento a Errejón, diputado que no tiene tantos minutos como otros, y utilizó una de sus intervenciones para sacar este asunto".

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