Los gestos que hacen grande a Messi fuera del campo: "Mira, se me pone la piel de gallina"

Que Messi es una leyenda del fútbol no es ninguna noticia, pero como gran estrella de este deporte genera cientos de historias alrededor de su figura. Cada aficionado, entrenador, árbitro y deportista que se ha cruzado con él puede contar una anécdota del ganador de siete Balones de Oro y el flamante Mundial de Qatar. El último en contar su relación con el «10» argentino ha sido Jaume Costa, actual jugador del Real Mallorca y que ha pasado por las filas del Valencia y el Villarreal. Es en el submarino amarillo donde tiene este recuerdo con el por entonces futbolista del FC Barcelona. «Me acuerdo que después de tres, cuatro o cinco veces de enfrentarme a él le dije: Leo, mira, me he enfrentado a ti y no tengo tu camiseta. Por favor, ¿me la puedes dar?. Me dijo que sí, después del partido», ha explicado el propio Jaume Costa en un «TikTok» que ha publicado el Mallorca. Sin embargo, según ha relatado el defensor, perdieron el partido y se fue directo al vestuario. «Allí me acorde... Ostras, se me ha olvidado pedir la camiseta a Messi. Y dije, bueno va, otro partido será». Es entonces cuando se acercó el italiano Nicola Sansone y le sorprendió con lo que hizo el actual jugador del PSG: «Me dice: Qué suerte has tenido que has cogido la camiseta a Messi. Y digo... No, Nico, no. Al final no, no la tengo. Y me dice: Uy, pero si he ido a pedirsela yo y me ha dicho que la tenía reservada para Jaume. Yo me quedé... buah. Mira, se me pone la piel de gallina», ha revelado. «Le dije al utillero, oye Adrián, hazme el favor de ir a por la camiseta y me la cambió. Ahí la tengo en casa». Los comentarios en el vídeo se deshacen en halagos por el argentino. «Por razones como esta es que el mundo quería ver a Messi campeón, el mejor dentro y fuera del campo», «aparte de marcar goles, Messi tiene que acordarse todos los partidos de a qué persona le da su camiseta... poca broma», «Messi siempre mostrando el respeto a sus rivales que lo merecen» y «hay mil historias así, Messi no solo es muy detallista con eso sino que el también quiere la camiseta de la persona que se la pide» son algunos de los mensajes que se pueden leer como reacción al vídeo. La victoria de Messi en el Mundial también desató la locura entre sus compatriotas, tanto que muchos no dudaron en tatuarse su hazaña en Qatar. Los hay quienes se han arrepentido, como un influencer argentino que se grabó en la cara el nombre del «10» y así como el apodo de «D10S». «Estoy arrepentido de haberme hecho el tatuaje, de haber hecho eso, en vez de traerme cosas positivas, vinieron miles de cosas negativas tanto en lo personal como en lo familiar», explicó. Pese a estos casos aislados, hay muchos grandes personajes como Zubizarreta, Marcelo Bielsa o Quique Setién han desvelado sus momentos con Messi. La última de todas pasó en la final del Mundial, donde levantó la copa con una capa árabe y celebró ante toda su afición con un trofeo falso. Messi seguro que no olvidará el día 18 de diciembre de 2022: alzar la Copa del Mundo al cielo. Pero resulta que la Copa con la que se hizo todas las fotografías en el estadio de Lusail donde se jugó la final del Mundial de Qatar, incluida la imagen con más me gusta de la historia de Instagram, era falsa. El trofeo era una réplica que un matrimonio argentino coló en el campo. ¿Y cómo llegó hasta Messi la Copa falsa? Unos hinchas de Buenos Aires la llevaron a Doha y de donde estaban sentados pasó al césped, y en medio de la locura llegó a los brazos del capitán. El «10» de Argentina, al que solo le faltaba este trofeo por levantar, lo llevó en volandas por todos los escondrijos del estadio hasta que su compañero Di María le avisó que la que llevaba no era la verdadera, que la real era la que portaba el actual jugador de la Juventus. Dos días después de la final, el fotógrafo Fernando de la Orden, de los diarios argentinos Clarín y Olé, publicó en Instagram este momento en el que el «fideo» le advertía de lo que estaba sucediendo (lee aquí la historia completa). «Di María le decía a Leo que había dado la (mini) vuelta (olímpica) con una copa trucha, él tenía la verdadera, por eso se reían», respondió ante la pregunta de otro colega, Santiago Bluguermann. Los dueños de la réplica aparecieron en escena. «Fernando, los dueños de la copa trucha somos nosotros y se la pasamos a los jugadores en la cancha. Muy gracioso. Gracias», escribió Paula Zuzulich.

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El astro argentino deja anécdotas allí por donde pasa

Íñigo Renedo

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