El panorama respecto al suicido no es nada alentador, según los datos del estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad Complutense de Madrid, del Centro de Investigación Biomédica en Red-Salud Mental (CIBERSAM) y del Hospital del Mar de Barcelona. Los datos suponen una radiografía del suicidio en España al analizar la evolución en este milenio. Desde 2018 se observa una tendencia creciente de mortalidad por suicidio año tras año. La pandemia ha supuesto un incremento significativo de las tasas de mortalidad por suicidio dentro de este ciclo creciente. Además, el incremento ha sido más pronunciado en diversos grupos sociales. En 2020, un total de 3.941 personas fallecieron por suicidio en España. Esta cifra supone un aumento del 3.6% en relación a 2019 y del 5.5% en relación al punto de cambio de tendencia (2018). En 2021, la cifra de personas fallecidas por suicidio fue de 4003 personas, lo que supone un aumento del 0.8% respecto al año anterior, 4.4% respecto a 2019 y del 5.5% en relación al punto de cambio de tendencia (2018). Un total de 32 provincias españolas (61,5% de ellas) presentan una tasa cruda de mortalidad por suicidio por encima de la media nacional y 16 provincias presentan una tasa superior a 10 por cada 100.000 habitantes. Las provincias con mayor tasa de mortalidad por suicidio en 2021 fueron Jaén, Zamora y Lugo. En relación a distribución geográfica se observan las tasas más altas de mortalidad por suicidio (tasas superiores a 10 por cada 100000 habitantes) en: Los datos ponen de manifiesto que desde el inicio de la pandemia por COVID-19 existe mayor tasa de personas fallecidas por suicidio en España. Y que urge la necesidad de establecer estrategias nacionales que lleven a planes integrales de prevención del suicidio en todo el territorio nacional.