La FIFA se ha pronunciado sobre las sanciones para los jugadores uruguayos por los hechos ocurridos tras el Uruguay-Ghana de la fase de grupo del Mundial. La selección «charrúa» venció por 2-0, pero este resultado no fue suficiente para clasificarlos a la siguente fase. Al término del encuentro, Cavani y Giménez protestaron violentamente contra el árbitro, por no haber pitado dos penaltis que podrían haberles dado el pase de ronda. A ellos se unieron Muslera y Godín, que persiguieron al colegiado hasta el mismo túnel de vestuarios. Por estos hechos, la FIFA ha considerado sancionar a Giménez y a Muslera con cuatro partidos; y a Cavani y Godín, con uno. Por suerte para sus equipos, los jugadores sólo estarán obligados a cumplir la sanción en partidos oficiales con la selección, por lo que no hay repercusión a nivel de clubes. La Comisión Disciplinaria de la FIFA ha considerado sancionar a los cuatro jugadores por «por exhibir actitudes y comportamientos incorrectos». Además, la propia Asociación Uruguaya de Fútbol estará obligada a cerrar las gradas situadas detrás de las porterías, en el próximo partido organizado por la FIFA que dispute su selección absoluta como anfitriona. Tanto la selección como los jugadores reciben multas económicas de entre 15000 y 50000 CHF. El central de Atlético de Madrid, Giménez, es el más perjudicado por las sanciones. Al terminar el encuentro, golpeó con el codo a un empleado de la FIFA cuando intentaba llegar hasta el árbitro. Además, al darse cuenta de que una de las cámaras de la realización le estaba grabando, dejó estas declaraciones: «Manga de ladrones. Son todos una manga de ladrones estos hijos de p... Sí, grábame, la concha de su madre». Días después, el presidente de la Asociación Uruguaya de fútbol, Ignacio Alonso, comentó que el propio Giménez había llamado al empleado al que golpeó, para perdire disculpas. «Él lo llamó y le dijo que no tuvo ninguna intención de agredirlo ni de lastimarlo, que no quería afectarlo de ninguna manera. Marca su arrepentimiento y el nivel moral de José María», confesó Alonso, como informaba Ignacio Marcano en «Carrusel Mundial». Por su parte, el delantero del Valencia, Edinson Cavani, golpeó la televisión en la que el árbitro revisa las jugadas de VAR, y terminó derribándolo con un puñetazo. Muslera empujó al colegiado alemán Daniel Siebert, y Godín lo agarró en varias ocasiones mientras protestaba efusivamente. El propio Cavani comentó hace un par de semanas en «El Larguero», sobre sus actos durante el encuentro: «Si me sancionan a mí por golpear al VAR después del partido de Ghana, al árbitro tienen que meterlo preso. Son cosas que no se hacen, pero a veces en el fútbol hay ciertas impotencias que te llevan a reaccionar».