Mitoma, la estrella de la Premier League 'doctorada' en el regate

El fútbol cada vez es más gris y plano, apostándose todo a la seriedad táctica. Los regateadores son una especie en extinción por esta tendencia, desapareciendo poco a poco de la élite. Faltan unos pocos, una pequeña resistencia que se sigue proponiendo levantar al público de sus asientos con sus trucos de magia. Ahora, afrontan un nuevo peligro: uno de los suyos quiere descifrar el qué los hace tan especiales. Ese traidor es Kaoru Mitoma, del Brighton, fantástico jugador de fútbol y autor de una tesis sobre el noble arte del regate.

De primeras, se ve que el japonés no es un futbolista más. Ya lo sufrió España en aquel loco partido ante Japón, rompiendo todos los esquemas por sorpresa, yendo en el más absoluto silencio. Y es que, al contrario que el resto de regateadores, él prefiere analizar y luego ejecutar. En sus inicios, era un buen jugador que destacaba por su velocidad, pero no parecía tener potencial para el siguiente nivel. Aun así, el Kawasaki Frontale quiso apostar por él con un contrato profesional cuando tenía 16 años, siendo una oferta irrechazable para casi cualquiera. Él, como los buenos regateadores, fue imprevisible, rechazando la oferta por intentar mejorar su juego.

No se veía preparado para el salto, y decidió apostar por sus estudios. Estudiante de educación física en Japón, decidió centrar su tesis en el regate. Tenía la velocidad y el talento, solo le faltaba comprenderlo. Así, armado con una GoPro, se puso a analizar que era lo que le faltaba para ser un gran regateador. Se dio cuenta de que no era lo que hacía él, sino lo que hacía el rival. Había que cambiar su centro de gravedad, y atacar el espacio entonces. Parecía sencilla la conclusión de su tesis, pero, desde que la aplicó, su fútbol destapó todo su potencial. "Era habilidoso, pero no aprovechaba mi velocidad como ahora. El poder de mi regate se duplicó", explicó recientemente.

La nueva estrella de la Premier League

A sus 25 años, Mitoma es uno de los grandes alicientes del Brighton de Roberto De Zerbi. El japonés es otro de los fichajes marca de la casa, llegando como un desconocido desde su tierra natal. Era uno de los jugadores más importantes del Kawaski Frontale (más tarde sí que aceptó esa propuesta irrechazable), pero no entraría de inicio en los planes de los del sur de Inglaterra. Su cesión al Royale Union Saint Gilloise fue fructífera, peleándole la liga al Brugge hasta el final. Volvió esta temporada al Brighton, siendo primero un revulsivo de lujo y después la cara visible del equipo en ataque. Sus seis goles y dos asistencias en 19 partidos dan buena cuenta de ello, siendo un futbolista con un futuro brillante. No se sabe si en unos años seguirá habiendo regateadores, y quizás es por culpa de Mitoma. Él reveló todos sus trucos, pero también fue el que lo entendió todo.