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Opinión

Las declaraciones incomprensibles me sirven de despertador

El vecino antipático, el político hostil, el familiar incómodo, la compañera difícil, tienen mundo propio

Las declaraciones incomprensibles me sirven de despertador

Madrid

A veces es bueno curiosear en la vida, aprovechar en los rincones de las cosas que nos gustan, para sacarle partido a las enseñanzas directas o indirectas. Por ejemplo, estos días he estado trabajando en unos artículos de Luis Cernuda sobre Benito Pérez Galdós. Asuntos propios de un profesor de literatura. En un momento de sus meditaciones, Cernuda dice que Cervantes y Galdós fueron los dos únicos escritores capaces de ponerse en el lugar de los que no pensaban como ellos, intentando comprender a los que eran personajes muy distintos a su carácter.

No es mala práctica. Me bajo de la literatura, atiendo a las noticias y empiezo el día intentando comprender a quien no piensa igual que yo. Para bien o para mal, entiendo muchas cosas y me hago una idea del mundo con más matices. El vecino antipático, el político hostil, el familiar incómodo, la compañera difícil, tienen mundo propio. Así que las declaraciones incomprensibles me sirven de despertador y me ayudan a conocerme y a conocer. Y no es que me hagan dejar de ser como soy, ni que me obliguen a abandonar mis convicciones. Sólo me dan tranquilidad y firmeza. La verdad es que conozco pocos escritores tan firmes como Cervantes, Galdós y Cernuda. En fin, recursos para entretener y sosegar el tiempo que se nos avecina.

Curiosa la histeria de los que no aceptan la tranquilidad

Luis García Montero

Luis García Montero (Granada, 1958), poeta, narrador,...