El FBI no encuentra documentos clasificados en el registro a la segunda vivienda de Joe Biden en Delaware
El Departamento de Justicia se ha llevado algunas notas escritas a mano por Biden y otros materiales para revisarlos
Madrid
El FBI no ha encontrado nuevos documentos clasificados en el registro que ha efectuado este miércoles en la segunda vivienda del presidente estadounidense, Joe Biden, según ha informado este miércoles el abogado de la Casa Blanca. "No se han encontrado documentos con la señal de que estuvieran clasificados", ha dicho en un comunicado el letrado del presidente, Bob Bauer.
El abogado ya había informado horas antes de que el Departamento de Justicia estaba realizando una "búsqueda planificada" en la casa de Biden en la ciudad costera de Rehoboth, en el estado de Delaware. Después del registro, el Departamento de Justicia se ha llevado algunas notas escritas a mano por Biden y otros materiales para revisarlos con mayor detenimiento.
La búsqueda, que según medios llevan a cabo agentes del FBI (organismo dependiente del Departamento de Justicia), se hizo "de acuerdo con los procedimientos estándar" del Departamento y "en aras de la seguridad e integridad operativas, se buscó hacer este trabajo sin previo aviso público y acordamos cooperar", según el abogado de Biden.
Este registro se ha efectuado dentro de la investigación que hay actualmente abierta tras encontrar varios documentos clasificados tanto en el domicilio de Biden en Wilmington (Delaware), como en su oficina habitual cuando era vicepresidente.
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Este registro se suma al que hicieron el pasado 20 de enero los agentes del FBI en la residencia de Biden en Wilmington. En este domicilio, previamente, los abogados del presidente encontraron varios documentos guardados en una caja, situada en el garaje de la vivienda. Antes, el primer hallazgo se produjo en la oficina privada de Biden cuando era vicepresidente en la legislatura de Barack Obama. En esa ocasión se encontraron días antes de las elecciones de mediados de mandato, que se efectuaron en noviembre, pero no se conoció públicamente hasta semanas después.
La investigación sobre el presidente está a cargo, desde el pasado enero, de un fiscal especial designado expresamente para esta cuestión. Los fiscales especiales se nombran en ocasiones para indagar en casos políticamente delicados y desempeñan sus responsabilidades con cierto grado de independencia de la dirección del Departamento de Justicia, incluido del fiscal general del país, Merrick Garland, que fue nombrado por Biden. A veces, pero no siempre, los asesores especiales presentan cargos penales.
Estos hallazgos no son favorables para el actual presidente e incluso podrían afectar a su posible reelección para optar a las presidenciales de 2024. Son documentos confidenciales, que tendrían que haber sido entregados a los Archivos Nacionales al finalizar su mandato en enero de 2017. Tampoco ayuda la gestión de esta crisis que está haciendo el propio Biden, que ha tratado este asunto desde el principio como si fuera un descuido.
Un fiscal especial investigará por qué Biden tenía documentos clasificados