Las autoras de Punzadas: "Los clubes de lectura son nuestro nuevo Lorazepam"

Madrid

Filosofía, amor y cultura. Ese es el triple combo de 'Punzadas', la newsletter y el pódcast que han lanzado dos jóvenes filósofas que comparten con todo el que quiera leerlas y escucharlas, sus reflexiones, sus experiencias y, en definitiva, su forma de ver la vida. Y por encima de todo 'Punzadas' es una conversación. Una conversación entre Paula Ducay e Inés García.

La mayoría de sus puntos de partida salen del filósofo y autor francés Roland Barthes. Lo descubrieron "casi por casualidad" en la carrera con el texto 'La cámara lúcida'. Ese trabajo les provocó una reacción en cuerpo y mente que casi no podían controlar: las "punzó". "Cuando nos graduamos en filosofía, ese año nos dimos cuenta de que pensábamos muy bien juntas", dicen, para explicar cómo se lanzaron a sacar adelante el proyecto. "Queríamos hacer un proyecto que estuviera fuera de la academia", cuentan. Hoy todavía les cuesta "ponernos la etiqueta de filósofas", dice Paula.

En sus cartas y en sus pódcast comparten lecturas, recomendaciones y reflexiones. Su tesis es la de Remedios Zafra: hace falta pensar despacio."Compartir lectura es dar un paseo por la mirada del otro, se te abre un mundo nuevo, un libro paralelo al que tú has leído", dice Inés. "Nunca hemos querido sentar cátedra, pero si esperas para ser experto en algo para hablar de ello, yo nunca hablaría de nada", reconoce Paula. "En filosofía pasa que cuanto más estudias más te das cuenta de lo que no sabes, porque un autor te lleva a otro y a otro y te sientes más tonta de lo que luego al final eres". Su amiga rompe esa humildad: "Tenemos momentos de: 'Tía, somos listísimas'". En el fondo las dos lo comparten: "En un mismo día oscilamos entre el síndrome de la impostora y el 'buah, lo estamos petando'.

Ambas son unas defensoras acérrimas de la lectura compartida. De ahí su club de lectura. "Te acuerdas mejor de los libros cuando los comentas", dicen. Porque, en soledad, ocurre que no siempre interiorizas todo y "a veces pasas por los libros y los libros no pasan por ti". El club les da pausa, reflexión, compromiso y alguna que otra obligación. Cuenta Inés que el club ha sido una transformación personal para ellas, porque han dado saltos que no se hubieran atrevido a dar de otra manera. El club es también filosofía, amor y cultura. Es terapia. "Los clubes de lectura son mi nuevo Lorazepam", concluyen.