La bacteria de menos de un milímetro que amenaza la población mundial de olivos: "Los agricultores lloran porque solo se pueden arrancar"
La investigadora del CSIC, Blanca Landa, lidera un proyecto de 14 países europeos que luchan por evitar "una Chernob¡l vegetal"
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La bacteria que amenaza la población mundial de olivos
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Madrid
Una bacteria de una milésima de milímetro amenaza la población mundial de olivos. Es la Xylella fastidiosa, y como su nombre científico indica, atemoriza a los productores de olivas y aceite. Este microorganismo se multiplica en los vasos que transportan la savia de un árbol hasta que lo asfixia. Primero aparecen unas pequeñas manchas, hasta que de unas pequeñas ramas muertas se pasa a una copa totalmente seca.
Los científicos creen que esta bacteria es originaria de Costa Rica y llegó a Europa, vía Italia, en plantas ornamentales de café. Fue detectada en 2013, pero era demasiado tarde. Desde aquel momento los olivares de Apulia, al sur de la península itálica, empezaron a perder sus tonos verdes. Aquellos kilómetros de árboles secos se replican también en Francia, Portugal y España, donde la plaga comienza a ser una preocupación.
Se calcula que esta epidemia ya se ha cobrado la vida de 6 millones de ejemplares. Así lo estima Blanca Landa, ingeniera del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). La investigadora, natural de Córdoba, dirige un proyecto internacional para detener esta "pandemia". "Se puede considerar una pandemia, pero las cepas no son las mismas, se han introducido durante algunos años desde distintos lugares", explica.
En el caso de España, apunta, ha llegado desde California. De momento, es en Baleares donde se ha detectado un primer foco. Y es que su detección es una tarea laboriosa. "Esta bacteria no causa síntoma, solo cuando estás en el campo percibes que algo está pasando, se secan las ramas y toda la copa hasta que muere el árbol", ilustra la investigadora.
"Chernobil vegetal"
Preguntada por sus posibles remedios, Landa apunta que "es inviable inyectar tantos antibióticos a un árbol milenario". Por ello, la única solución para frenar la propagación del microbio es arrancarlo desde la raíz. Remedio hasta que obtengan una alternativa con las investigaciones que desarrollan. Ahora están centrados en la investigación de los microbiomas de las distintas especies de olivos. De esta forma podrán determina qué genes pueden mejorar la respuesta inmunológica.
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"Las miles de hectáreas que están muriendo en España se aprecian desde el AVE, en pocos años habrá desaparecido", señala una Landa que incide en el fomento de la investigación para evitar que alguna región se convierta en "una Chernobil vegetal". "De momento la única opción es arrancar el árbol", lamenta. Señala que "ha costado mucho trabajo" convencer a las autoridades europeas para "reconducir las plantaciones de estos árboles milenarios".
"Los agricultores se echan a llorar"
Actualmente el proyecto internacional se compone de 31 grupos de investigación de 14 países. Desde Córdoba se gestionan las investigaciones. "Aquí entendemos los genes, investigamos los orígenes de la cepa e inoculamos la bacteria en algunas variedades de olivo para ver cuáles son más o menos tolerantes", explica la experta. Y es que las plantaciones europeas están constantemente monitorizadas para determinar la evolución de la pandemia.
Aunque para Landa el mayor desastre es el humano. Muchas explotaciones son el fruto de generaciones de una misma familia. Ahora, ante la imposibilidad de actuar, no tienen fuerzas para la resignación. "Son olivares que se van dividiendo entre familiares, la epidemia sigue avanzando, se echan a llorar, no puedes pararlo y es muy dramático", recuerda sobre sus visitas a la región italiana, la más afectada de Europa. Para evitar problemas futuros, Landa propone cambiar los sistemas de cultivos y controlar el libre comercio de "materiales vegetales".
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