Bobi, el perro portugués de casi 31 años, se convierte en el más viejo de la historia
Se llama Bobi, es un mastín del Alentejo y es el primer can que, por primera vez en todo un siglo, ha logrado vivir más de 30 años
Bobi, un mastín del Alentejo de 30 años y 267 días de edad y residente en el municipio de Leiria (centro de Portugal), ha sido reconocido este jueves con el Récord Guinnes por ser el perro más viejo del mundo. EFE/ Guinness World Records. / Guinness World Records (EFE)
Este can nació hace 30 años y 267 días y acaba de ser reconocido, de forma oficial con el récord Guinnes como “el perro más viejo del mundo”.
Bobi vino al mundo un 11 de mayo del año 1992, cuando España estaba a punto de inaugurar sus primeros Juegos Olímpicos, y no es solo el can más viejo viviente, sino “el más viejo de la historia", según explica la organización del galardón Guinness en un comunicado. Bobi ha vivido junto a la familia Costa toda su vida en la localidad portuguesa de Conqueiros. Su raza, habitualmente se emplea para proteger al ganado de los lobos y tiene una esperanza de vida de apenas unos 13 años. Por lo tanto, Bobi ha vivido ya más del doble que cualquiera de sus parientes de cuatro patas.
El equipo de expertos que otorga el famoso récord Guinnnes ha podido confirmar su edad al estar registrado desde 1992 en el servicio veterinario del municipio de Leiria y en el sistema nacional de control portugués SIAC.
Hasta ahora, la marca del perro con vida más viejo del mundo la tenía “Spike”, un chihuahua de 23 años. Mientras tanto, el récord del más viejo hasta la fecha lo ostentaba Bluey (1910-1939), un pastor australiano que vivió hasta los 29 años y 5 meses.
El secreto de su longevidad
Bobi tiene ahora 30 años y 228 días y, aunque es ya el perro más viejo de la historia, sigue caminando, aunque con bastante dificultad y también tiene problemas en la vista.
Según los veterinarios que lo atienden desde hace más de 3 décadas, el secreto de su larga vida no está en su genética, sino en el ambiente tranquilo en el que vive, aunque su raza (el Mastín del Alentejo) se emplea desde hace siglos para defender al ganado del ataque de los lobos.
Sin embargo, la madre de Bobi vivió hasta los 18 años, cinco años más que la media de su especie y Bobi en 2018 tuvo que ingresar en una clínica para mascotas debido a una dificultad para respirar.
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Javier Gregori
Periodista especializado en ciencia y medio ambiente. Desde 1989 trabaja en los Servicios Informativos...
