Los sonidos de la tensión entre los socios de Gobierno por la ley del 'solo sí es sí'

Madrid

Las discrepancias en el Gobierno de coalición por los "efectos indeseados" de la ley del 'solo sí es sí' continúan. Justicia e Igualdad parten de posiciones completamente opuestas. La ministra de Justicia, Pilar Llop, ha asegurado este martes en Hoy por Hoy que la proposición presentada por el PSOE de forma unilateral "es un reajuste técnico", "no se tocan modelos, no se toca el consentimiento". Según Llop, su reforma es un mero retoque técnico que no altera el centro de la ley, que es el consentimiento.

Sin embargo, para la ministra de Igualdad, Irene Montero, todo lo contrario. Según Montero, la reforma es un retroceso que deja a un lado precisamente eso, el consentimiento. "Estamos en un momento difícil, enfrentándonos a un posible retroceso de los derechos de las mujeres y que todas ellas sepan que vamos a trabajar para preservar el consentimiento en el centro del Código Penal", ha respondido.

La discusión sobre esto ya era pública. El enfrentamiento ya era evidente. Pero los argumentos que ha utilizado Llop en la entrevista en la SER han dado munición a Podemos. "Ahora sí se demuestra que hay violencia e intimidación, que es muy sencillo probarlo, porque con una herida ya se puede probar que ha habido violencia, eso ya no hace falta que la víctima pruebe que no ha habido consentimiento", ha aseverado.

"Eso es un calvario probatorio"

Con esas declaraciones, Igualdad considera que Llop deja claro que la intención es volver al modelo anterior. "Se supone que volver a tener que demostrar las heridas o las marcas en el cuerpo", critican. Fuentes socialistas reconocen, de hecho, que Llop no ha estado acertada porque eso permite a Podemos agarrarse a ese argumento. Les permite decir que el PSOE quiere echar por tierra el consentimiento, cuando el Gobierno viene repitiendo lo contrario.

"Y eso es un calvario probatorio que con la ley del 'solo sí es sí' se acabó, todo lo que no sea consentimiento es agresión sexual y es lo que vamos a preservar ahora, no volver al Código Penal de la Manada y preservar el consentimiento en el centro del Código Penal", ha reivindicado Montero, que considera que que una mujer tenga que probar si tiene o no heridas es un calvario probatorio.

"¿Qué pasa, que se está confundiendo a la opinión pública porque lo que se está diciendo es que si se introduce ahora la violencia e intimidación, lo que supone es que la víctima tendrá que pasar por el calvario probatorio?", se ha preguntado Llop, que no lo ve así. Para la ministra de Justicia, ese debate que pone en la mesa Podemos lo que hace es generar confusión.

"Hago un llamamiento a entendernos y a encontrarnos"

"Si se puede probar la violencia ya no es necesario probar el consentimiento. Este es el verdadero problema y la discrepancia, no es confusión, es discrepancia política", explicó este lunes la Secretaria de Estado de Igualdad y contra la violencia de género, Ángela Rodríguez Pam.

El debate, según Justicia, no debe estar en el consentimiento, sino en las penas y las posiciones son radicalmente opuestas. Sin embargo, hay algo en lo que coinciden ambos: a llegar a un acuerdo común para reformar la ley. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, insiste en la reforma porque la ley "ha tenido efectos indeseados". "Hemos comprobado que la ley ha tenido algunos efectos indeseados en su aplicación… Digo efectos indeseados y me quedo corto", ha aseverado Sánchez.

Y en medio de la tensión está la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, ha adoptado una posición más unificadora y ha abogado por llegar a un acuerdo. "Hago un llamamiento a entendernos y a encontrarnos, a tendernos la mano. Creo que, cuando el Gobierno trabaja unido y en común, avanzamos en derechos", ha señalado Díaz.

Aunque quien se aprovecha del enfrentamiento entre el Gobierno de coalición es el PP, quien utiliza la polémica para señalar la división del Ejecutivo: "Hoy tenemos a la jueza del PSOE, Llop, diciendo que la jueza de Podemos, Victoria Rosell, hizo mal la ley".