"¿No quieren igualdad? Pues ya está": el polémico gesto de un comensal de 'First Dates' con su cita tras descubrir que es feminista

Madrid

Toñi ha llegado este miércoles al restaurante de First Dates con el objetivo de encontrar a su media naranja. Después de tres relaciones anteriores que no terminaron del todo bien, la protagonista de esta historia le ha pedido a Carlos Sobera un hombre simpático con el que pueda formar una bonita historia de amor. Tras la petición de la soltera, el presentador vasco le ha emparejado con Kike. Un hombre que, desde un primer momento, ha querido hacer gala de su buen humor con algún que otro chiste dirigido a Sobera. Después de brindar en la barra del bar para quitarse esos nervios iniciales, ambos se han sentado en la mesa para conocerse mejor.

La primera impresión ha sido muy buena en ambos sentidos. Mientras que Kike aseguraba que Toñi le había parecido muy guapa, la soltera reconocía el gesto que había tenido su cita con él tras retirarle la silla para que pudiera sentarse. Sin embargo, todo comenzó a torcerse a medida que fueron conociéndose. Principalmente cuando Toñi le explicaba a su pareja que vivía con su hija y con su perrito. Algo que no le hacía demasiada gracia a Kike, quien reconocía que no quería ningún tipo de carga familiar.

"Si no le gusta, vamos a tener un problema"

Algo que parecía llevar la cita a un punto de no retorno, pues Toñi reconocía que su perro es muy importante para ella: "Si no le gusta, vamos a tener un problema". A medida que iban pasando los minutos, la diferencia entre ambos fue más y más grande. Mientras que Toñi aseguraba que le encanta viajar a Torrevieja, Kike aseguraba que no le gustaba para nada la zona del Levante por la aglomeración que se da en sus playas. De esta manera, la cita parecía cada vez más encaminada a fracasar por las desavenencias entre los comensales.

Tras terminar de comer, ambos han charlado acerca del tipo de relación que les gustaría tener: "¿Eres de vivir en pareja o cada uno en su casa?". Sin pensárselo dos veces, Toñi ha reconocido que prefiere que cada uno esté en su casa porque está muy unida tanto a su hija como a su perro. Algo que no sentaba nada bien a Kike, quien reconocía que la situación de Toñi no podía favorecer la creación de una nueva pareja: "No quiero ninguna carga familiar de nadie, porque eso es un peso y un lastre para una pareja. Lo he sufrido en mis carnes y por ahí he dicho no vuelvo a pasar más".

Kike le obliga a su cita a pagar la cuenta de los dos

Algo que no dudaba en compartir con su cita, a quien le explicaba que a él le gustaba vivir con su pareja bajo el mismo techo: "No me cuadra mucho porque quiero más el día a día. Yo quiero que mi pareja llegue en casa y me cuente los problemas que ha tenido en el trabajo. Eso me parece hacer familia". Dado que la cita ya había llegado a un punto de no retorno, ambos se disponían a pagar la cuenta del restaurante. En este momento, Kike le preguntaba a su cita si era feminista.

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Después de Toñi le respondiera que sí, Kike le obligaba a pagar la cuenta de los dos. En declaraciones al programa, el comensal ha asegurado que lo ha hecho para promover la igualdad: "¿No quieren igualdad? Pues ya está". Mientras tanto, Toñi reconocía que no tenía ningún problema en pagar y que sobreponía la igualdad ante todo. Tras llegar a la decisión final, y como ya se intuía desde los primeros compases de la cita, ambos decidieron seguir caminos distintos. Mientras que Kike alegaba que no quería cargas familiares, Toñi no tendría una segunda cita con Kike porque estaba buscando algo más moderno, más joven y que tenga más su forma de ser.