Cazas y más inversión para frenar a Putin, mientras EEUU y China continúan su guerra: así ha sido la 59 Conferencia de Seguridad de Múnich
La Unión Europea ha redoblado sus esfuerzos para lograr que Ucrania reciba del panorama mundial la ayuda militar definitiva para sortear la inminente gran ofensiva de Rusia y asegurar así una futura victoria en la guerra. La reunión entre Blinken (EEUU) y Yi (China) no ha logrado acercar las posiciones y continúan los cruces de acusaciones y amenazas
Madrid
La 59 edición de la Conferencia de Seguridad de Múnich, que se celebra ininterrumpida desde 1963, ha reunido un año más de 130 líderes mundiales con la guerra de Ucrania y la tensión en las relaciones chino-estadounidenses como principales temas a tratar. La conversación general ha girado en torno a la necesidad de redoblar la ayuda militar que hace llegar la coalición internacional al gobierno de Zelenski y combatir a Putin también en el terreno geopolítico.
El G7, en consenso, defendió continuar aprobando sucesivas sanciones económicas para Rusia y sus aliados como una herramienta eficaz para continuar minando su músculo bélico. En este contexto, las principales potencias occidentales han advertido a los presentes de que aquel gobierno que preste asistencia al ejército ruso estará expuesto a graves costes. Además, EEUU ha mostrado ante el resto de países su preocupación por la posible entrada de China en el conflicto, contribuyendo a la victoria del Kremlin a través de la cesión de su capacidad militar.
Borrell, en nombre de Europa: "Zelenski necesita menos aplausos y más armas"
El bloque de países europeos, encabezado por el comisario Josep Borrell, trasladó al resto de países la necesidad de aumentar el volumen y la rapidez de los recursos militares entregados a Ucrania porque la guerra con Putin es un desafío para la seguridad mundial pero, sobre todo, para la del continente europeo.
Borrell ha aprovechado asimismo la gran presencia de líderes mundial para mostrar claramente la intención de integrar al país del este dentro de la Unión. Para Europa los dos desafíos a medio plazo debe ser agrandar la capacidad de producción de la industria armamentística europea y expandir su influencia y presencia en el sur del globo.
La tesis de Borell ante los gobiernos que aún muestra reticencias en su apoyo a Ucrania, en su mayoría africanos y en la órbita de Rusia, es clara. La coalición de países de todo el mundo tiene la necesidad de mostrar que la defensa de los valores universales no se limita a momentos críticos como el actual en el que un países aliado de Europa es atacado. "Zelenski necesita menos aplausos y más armas", espetó el dirigente europeo español al resto de líderes mundiales.
La primera ministra de Estonia, Kaja Kallas, que propuso la compra conjunta de armamento para Ucrania, ejerció un papel destacable en la tarea de lograr un mayor apoyo militar para los de Zelenski. La mandataria señaló en la mesa redonda posterior que Rusia dispara en un día el equivalente a la producción mensual de munición en toda Europa.
Por tanto, defendió, que es imprescindible que las compañías armamentísticas reciban mayores pedidos para conseguir una aceleración real en la producción. Kallas echó mano de una vivencia propia para tratar de hacer entender la gravedad de la situación: "He estado hace poco en Kiev. Los ucranianos nos dicen: ustedes nos mandan armas y eso está bien. Pero las mandan demasiado tarde y demasiado lentamente".
Ucrania persiste en su intento de lograr la entrega de los cazas F-16 de EEUU
Los representantes del gobierno de Volodímir Zelenski reclamaron al Congreso de EEUU en las últimas horas de la Conferencia que ejercieran presión sobre la Administración Biden para lograr el envió de los cazas F-16 que viene reclamando Kiev en las últimas semanas, ante la inminencia de la 'gran ofensiva' que se cree que el ejército de Putin va a desplegar Ucrania con motivo del primer aniversario del comienzo de la invasión rusa. Los mandos militares ucranianos sostienen que contar con estos aviones de combate y cohetes de fabricación estadounidense impulsaría su capacidad para debilitar a la defensa aérea rusa.
En las conversaciones, intervinieron cargos del ministerio de Defensa ucraniano, el propio ministro Dmytro Kuleba, y tanto senadores como congresistas demócratas y republicados que asistieron a la Conferencia en Múnich. Estos movimientos constituyen redoble en el esfuerzo de las autoridades ucranianas en su empeño por lograr que se le sean entregados unos aviones de combate, después de que el propio Joe Biden contestase con un tajante "no" al ser preguntado hace dos semanas sobre la posibilidad de que EEUU entregase la cuarta generación de los F-16 a Kiev.
La reunión entre Blinken y el ministro de Exteriores chino: amenazas cruzadas con Rusia de fondo
La 59 edición de la Conferencia de Seguridad ha servido para que EEUU y China mantuvieran un diálogo directo, en plena 'crisis de los globos'. A petición de la parte estadounidense, Antony Blinken se reunió cara a cara con el ministro de Exteriores chino, Wang Yi, con una clara advertencia sobre el brazo: cualquier tipo de ayuda material a Rusia tendrá serias consecuencias.
La respuesta ha sido poco amable. China ha avisado de que asumirán todas las consecuencias si la tensión nacida del episodio del globo aéreo continúa en su escalada. "Seguiremos hasta el final en caso de que EEUU quiera aprovechar el problema", afirmó el ministro de Exteriores chino en un comunicado difundido este domingo. Pekín continúa así manteniendo la misma posición desde que estalló el conflicto el pasado 4 de febrero, al que calificaron de farsa política fabricada por EEUU. China defiende que el globo es un objeto aéreo civil con fines de investigación meteorológica que se desvió de la ruta establecida por efecto de los vientos del oeste, acabando dentro del espacio aéreo estadounidense.