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La crisis que tumbó a Casado: un año de un dinosaurio

Casado intentó resistir y que resistiera García Egea con él. La realidad es que a Casado se le hizo tarde

La crisis que tumbó a Casado: un año de un dinosaurio

Madrid

Hace un año pasaban muchas cosas en muy pocos días. Hace hoy un año era domingo y hubo manifestación en Génova, a las puertas de la sede del Partido Popular. Por haber, hubo hasta un dinosaurio aquel día. Un hombre que se disfrazó de dinosaurio y dijo ir al PP, textualmente, “a por el otro pájaro que estaba en extinción”.

Esas cosas pasaban en la calle, porque en los despachos habían pasado todas las demás. Había hablado un detective para decir que le habían contactado desde el PP. Había salido Almeida como alcalde pero sin querer contestar como lo que también era: portavoz del PP a nivel nacional. Había caído Ángel Carromero. Había salido a hablar García Egea y le había contestado Ayuso. Y fue Casado quien acudió a la COPE a señalarla a ella directamente.

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Ahora sabemos, porque hemos leído en El País, los mensajes que le mandaban. Que los líderes que estaban a punto de pedir la cabeza de Casado, que ya estaban en conversaciones para ello, le animaban, le aplaudían, le decían que muy bien la entrevista...

Lo habían hecho por Twitter, a la vista de todo el mundo, pero lo escribían también en WhatsApp. Gran entrevista, con claridad, con seriedad, con verdad, puso Cuca Gamarra. A esas horas, decían las crónicas, que en Génova todavía contaban con que Casado podía salir vivo. En Galicia, Feijóo amagaba con un congreso. Y en Madrid, Cayetana Álvarez de Toledo, pedía a sus compañeros de partido que no se callasen.

Casado llegó a reunirse con Ayuso y, después de aquella reunión, dijo que aceptaba sus explicaciones. Dejó de hablar de comisiones y comisionistas, de contrato irregular… Casado intentó resistir y que resistiera García Egea con él. La realidad es que a Casado se le hizo tarde. En ese momento, ya no era nadie. Apenas faltaban unas horas para que los gritos que tal día como hoy se escuchaban en la calle, empezaran a escucharse dentro.

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